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Nacional
Desafortunadamente, el tema ocupa solo tres oracio- nes cortas en 110 páginas. Pero ahí lo tienen: la contro- versia que sacude a la Uni- versidad de Ottawa, y antes a la Universidad de Concor- dia, no tendrá más remedio que obligar a Quirion y su grupo de expertos a profun- dizar en el tema.
Porque viendo la reacción aplaventista de la dirección de la Universidad de Ottawa, es urgente tomarse en serio la amenaza.
Los estudiantes que recla- man la preservación de su burbuja sí han recibido el apoyo de su decano, que ha tratado su demanda como lo hubiera hecho un vendedor de autos para quien "el cliente siempre tiene la
razón".
Y aún más consternado, ob- tuvieron el apoyo del rector, Jacques Frémont, quien re- conoció la existencia de un "ataque" - de una "microa- gresión" - mientras que el profesor evocaba la "palabra que comienza con n" de forma educativa, sin la menor carga u ofensa.
Para el rector, se ha vulne- rado el “derecho a la digni- dad” de ciertos estudiantes. Una conclusión que ni si- quiera puede ser cuestio- nada, porque "los miembros de los grupos dominantes simplemente no tienen la le- gitimidad para decidir qué constituye microagresión".
El Sr. Frémont concede sólo a quienes tienen derecho a
expresarse el poder de defi- nir los parámetros del debate público.
Sin embargo, hoy es la "pala- bra que comienza con n". Pero mañana, ¿qué será?
Un aula universitaria no puede, no debe convertirse en un espacio seguro en el que un puñado de estudian- tes pueda exigir las cabezas de profesores que se atrevan a nombrar lo que prohíben.
¿Cómo se desarrolla el pen- samiento crítico en personas que se niegan incluso a es- cuchar ciertas palabras, leer ciertas obras o debatir ideas que las sacuden?
¿Qué profesor se atreverá a confrontar a sus alumnos con ideas y trabajos que los
saquen de su zona de con- fort si arriesga su trabajo en el proceso?
¿Qué estudiante levantará la mano para abordar un tema delicado si sabe que corre el riesgo de sufrir un ciberlin- che?
En definitiva, ¿cómo puede una universidad enseñar sin enfrentarse nunca?
De ahí la necesidad, aquí en Quebec, de abordar este problema con franqueza y valentía antes de que se convierta en una piedra chi- rriante. Como en la Universi- dad de Ottawa.
Fuente: Articulo traducido de la prensa canadiense
Edición 896 - Del 22 al 27 de octubre del 2020
El Directorio Comercial Latino de Montreal 15