Page 16 - Edicion 896

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Hacer su trabajo
En la mayoría de las univer- sidades norteamericanas, el trabajo de los profesores se evalúa de acuerdo con cua- tro criterios. Deben enseñar, investigar, contribuir al fun- cionamiento de su estableci- miento y promover su trabajo.
Para algunos, esto implica trabajar en el laboratorio o en el campo. Para otros, es- pecialmente los especialistas en letras y ciencias huma- nas, la contextualización his- tórica significativa es fundamental antes de cual- quier docencia o investiga- ción.
La teniente Verushka Duval de la Universidad de Ottawa estaba haciendo su trabajo con mucha precisión cuando presentó la evolución se- mántica de dos palabras
vertido en el espacio público.
Ella ha mostrado, según los medios, cómo estas pala- bras, que inicialmente fueron insultos, fueron luego repeti- das por las comunidades que sufrieron estos insultos. Esto se denomina "reversión del estigma". El mal se lo llevó.
Cuando se enfrenta a tales palabras del pasado, el maestro tiene dos opciones: silencio o explicación. Rete- ner completamente las pala- bras que han existido es contrario a la naturaleza misma del trabajo acadé- mico. Desde el momento en que han tenido lugar a la vez, debemos explicarlos, traerlos de vuelta a su histo- ria, necesariamente diferente a la nuestra. Es la única acti- tud honesta que puede
Sin embargo, solo estaban haciendo su trabajo, y do- blemente. Por un lado, re- cordaron -como siempre hay que recordarlo- cuál es la naturaleza de la uni- versidad: "nutrir la refle- xión, desarrollar el pensamiento crítico, per- mitir que todos, indepen- dientemente de su puesto, 'tengo derecho a hablar'. Por otro lado, dijeron alto y claro que Verushka Te- niente-Duval había hecho lo que se esperaba de ella
16 cuyo estatus es hoy contro- tener. Esa fue la actitud del El Directorio Comercial Latino de Montreal
Desde entonces, estos pro- fesores han sido sometidos a represalias públicas, "jodi- damente f-" de apoyo.
La tradición universitaria ha- bría requerido que el decano de la facultad de artes y el rector de la Universidad de Ottawa se tomaran el tiempo para explicar la misión de la universidad, demostrar el propósito de las letras y las humanidades y asegurar la docente preocupado por su firme y pleno apoyo. ¿Por qué se le debe culpar por hacer lo que la contrataron? Sin embargo, no hicieron su trabajo. Eligieron el camino fácil y cedieron ante los de- nunciantes (estudiantes, co-
teniente Duval Verushka.
Cuando se enteraron de que había sido sancionada por hacer su trabajo, 34 profesores de la Universi- dad de Ottawa acudieron en su defensa. El mal se los llevó.
mentaristas, suscriptores de redes sociales).
Sus objeciones sobre la dis- tinción entre "libertad de ex- presión" y "libertad académica" sólo sirven para enmascarar una cosa: han abdicado del espíritu de li- bertad intelectual del que de- berían ser los guardianes.
Ante tal situación, los profe- sores están llamados a tomar posición, colectiva y personalmente. Deben reac- cionar con rapidez, ante la urgencia de una crisis en la propia naturaleza de la acti- vidad universitaria. También tendrán que hacerlo con el tiempo.
Por mi parte, hay obras a las que me niego a renunciar con el pretexto de que po- drían resultar chocantes para la sensibilidad actual. Continuaré poniendo Can- dide de Voltaire (1759) en el programa. Intentaré mostrar nuevamente cómo el capí- tulo 19, "Qué les sucedió en Surinam y cómo Cándido co- noció a Martin", es una feroz crítica del colonialismo, a pesar de los términos que ya no se usarían.
Tendré que pensar en mis métodos de enseñanza y en mi forma de contextualizar las obras del pasado. Esto me obligará a revisar mis propios comportamientos de enseñanza para evitar erro- res que sin duda he come- tido a lo largo de los años.
Por qué ? Porque es mi tra- bajo.
al explicar la evolución se- mántica de dos palabras. No profirió, como hemos leído, "insultos racistas".
Edición 896 - Del 22 al 27 de octubre del 2020