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Sección: Avisos Generales                                                       Área: Recursos Humanos






                                                               PACIENCIA


                                                              Por: Judith Anonales Aguirre


                                                                     a paciencia, ¿Conoces en realidad el
                                                                     significado de esa palabra? ¿Alguna
                                                              Lvez te has preguntado cuál es su ori-
                                                               gen?


                                                               Proviene de la palabra latina patientia, que
                                                               se refiere a la virtud o capacidad de sufrir
                                                               resignadamente, o bien, un significado
                                                               más amable, a la capacidad de esperar
                                                               con tranquilidad las cosas o soportar cosas
                                                               pesadas.


                                                               Parece demasiado pedir, ¿verdad?

                                                               En un acto de desesperación queremos
                                                               salir corriendo, nos sentimos a punto de
                                                               estallar, pero si supiéramos la cantidad de
                                                               efectos nocivos que produce en el orga-
                                                               nismo la impaciencia, seguramente frena-
                                                               ríamos nuestro ímpetu por hacer que las
                                                               cosas sucedan más rápidamente.


                                                               Lamentablemente, vivimos en un mundo
                                                               donde casi todo es instantáneo: comida
                                                               rápida, la tecnología nos lleva a velocida-
                                                               des que antes no imaginamos, vehículos
                                                               que pueden alcanzar una gran velocidad
                                                               en un tiempo mínimo. Pero la realidad si-

                                                               gue siendo la misma: por más que nuestro
                                                               deseo sea adelantar el reloj, éste siempre
                                                               marcará su propio tiempo y, en general,
                                                               cada cosa y cada situación, llevan su pro-
                                                               pio ritmo y su particular proceso.

                                                               Así es que, ¿para que perdemos la paciencia?




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