Page 13 - Palabras
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MIGAJAS


                                           Dejaba que me llevara y nadie se lo impedía

                      Rasgando el borde de la verdad infinita y la imaginación volcada por dibujos de mis ojos y
                                                      temblores de piel

                        Me arrastraba por lugares pedregosos que causaban grandes laceraciones de alegría
                                           Dejando expuesta la carne de mis fantasías

                                  Dejaba que me lanzara sobre la bruma gruesa de la vida incierta
                                Que paseara con mis huesos salones inmensos de luces destellantes.

                                 Me acariciaba con suciedad y gritos la energía de seguir saltando
                                               Descubriendo, creando, formando

                                             Se me aparecía con la noche, con el día
                       Demostraba su poder omnipresente al dejar desatadas las cadenas invisibles del futuro

                          No importaba valor ni condición, ni tamaño ni distancia tenían significado alguno.
                                            Diferente a la razón del reto conseguido.

                               Lencería de tapices rugosos adornaban mi camino a petición bordada
                   Mediante movimientos inciertos movía los hilos extendidos por las ramas, los muros, los balcones

                                  Permitía que balanceara mi existencia entre el estar e imaginar
                  Bañaba mis sonrisas con fluidos lentos o veloces de colores envolviendo las cosas con protector de

                     ideas y aerosoles de sombras distantes, guerreros universales que habitaban mis entrañas e

                         intentaban colarse al escenario montado por la disposición forzada de los grandes.
                        Allá quedaban regados los pedazos de presencia, permitiendo su vida en la trastienda.
                     La fuerza era desbordante y aun se siente. Palpita tras las rejas que sostienen la construcción

                   fraguada por los otros y extendida para mi condición de grande, para pasar el rato tras cubierta.

                                 Para imitar el modo descarnado de mitigar el miedo a su potencia.
                  Para decirle al mundo, ya he crecido, para decirle al niño que aún quedan las pistas convertidas en

                                     migajas. Para buscar la senda, para encontrar el rumbo.
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