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EXPERIENCIA INICIAL Conecta T pçó=gì~å=_çëÅç=
uestro Padre común me ha confiado la cus-
chicos para librarlos de los peligros del mundo, para
todia de estos jóvenes, a los que amo tier-
Dios con su buena conducta; les provee de pan y de
namente en Jesucristo. Mi mayor deseo
es que sean felices ahora, en el tiempo pre- que se amen como hermanos y para que den gloria a
cuanto necesitan para estudiar con innumerables gra-
sente, y luego, en la vida eterna. Pero cias y portentos.
¿cómo lo conseguiré?
¡Ojalá que el amor a la Madre del Cielo haga caer la
Ya he sobrepasado los setenta años. Y a lo largo de barrera de la desconfianza que tantas veces se levanta
mi vida he podido darme cuenta de una gran verdad: entre ellos y nosotros sus educadores, y de la que se
es más fácil enfadarse que ser paciente, más sencillo derivan muchos males para tantas almas!
amenazar a un chico cuando hace algo mal que co-
Quizás ellos no lo sepan pero, desde el mismo mo-
rregirlo con dulzura, y más cómodo castigarlo que in-
mento en que ponen sus pies en una casa salesiana,
vitarle a cambiar de actitud.
la Santísima Virgen los pone bajo su especial protec-
Leyendo a san Pablo descubro la caridad con que tra- ción. Así lo ha hecho desde que suscitó en mí el deseo
taba a los que acababan de convertirse al cristianismo. de servir a tantos jóvenes pobres y abandonados, a
¡Hasta llegó a suplicar por ellos a Dios, con lágrimas los que no he dejado de amar ni un solo día de mi vida.
en los ojos, cuando descubría que se mostraban re- Doy gracias a Dios por tantos bienes recibidos, por
beldes al Evangelio!
tantos jóvenes rescatados de los peligros del mundo,
Veo que debo mirar como a hijos a aquellos sobre por tantas vocaciones al servicio de la Iglesia que han
quienes debo ejercer alguna autoridad. No puedo ol- surgido en nuestras escuelas y oratorios. ¡Que la Virgen
vidar que estoy haciendo las veces de padre. Auxiliadora los proteja a todos y que nos ayude a no-
sotros, los salesianos y salesianas, a servirles con amor
¿Cuál es, pues, el modelo que se debe seguir? Sin paternal, con espíritu de consejo y con deseo de ser-
duda, Jesucristo. Él vino para obedecer y no para man- vicio!
dar, para someterse en lugar de para dominar.
Juan Bosco
Así era el modo de obrar de Jesús con los apóstoles:
Turín, 1887
era paciente con ellos, a pesar de su ignorancia, su ru-
deza e, incluso, su infidelidad. Pedro negó tres veces
que lo conocía; Judas lo vendió al Sanedrín por treinta
monedas, y todos, excepto Juan, huyeron despavoridos
cuando lo colgaron de la cruz.
También con los pecadores se mostraba amable y
compasivo. Comía y bebía con ellos, lo que era causa
de gran admiración para unos y de escándalo para
otros. Fue su actitud lo que propició la conversión de
tantos, que recuperaron la esperanza del perdón de
Dios, porque Jesús era manso y humilde de corazón.
¡Qué bueno resulta para los jóvenes y adolescentes
que mantengamos sereno nuestro espíritu, que evite-
mos despreciarlos con la mirada, que no pronunciemos
palabras que puedan resultarles hirientes! De este
modo, sembramos en su corazón la esperanza de
llegar a ser buenos cristianos y honrados ciudadanos,
capaces de dar razón de su fe y de vivir en el mundo
de acuerdo con ella, sin avergonzarse ni escandalizarse
de sus creencias.
En esta labor educativa, advierto la importancia fun-
damental de la devoción a María Auxiliadora. Ella es
quien lo ha hecho todo: nos ha encomendado a estos
SU