Page 2 - 4to Secundaria_Religion-Anexo
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qÉñíçë=Ä∞ÄäáÅçë                                            El segundo mandamiento

            bå=ä~ë=é•Öáå~ë=ëáÖìáÉåíÉë=ëÉ=êÉéêçÇìÅÉ=ìå~=ëÉêáÉ=ÇÉ=íÉñíçë=Ä∞J
            ÄäáÅçë=åÉÅÉë~êáçë=é~ê~=íê~Ä~à~ê=ä~ë=~ÅíáîáÇ~ÇÉë=ÇÉ=ä~ë=ÇáîÉêë~ë  No tendrás otros dioses rivales míos.
            ìåáÇ~ÇÉëK=pìÖÉêáãçë=èìÉ=äçë=~äìãåçë=ÄìëèìÉå=äçë=íÉñíçë=Éå  No te harás imágenes: figura alguna de lo que hay arriba en el cielo,
            ä~=_áÄäá~ Ôç=~ä=ãÉåçë=Éå=ìå~=ÉÇáÅáµå=ÇÉä=kìÉîç=qÉëí~ãÉåíçI  abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás
                                                                       ante ellos ni les darás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un
            ÇÉ=ÇçåÇÉ=éêçÅÉÇÉ=ä~=ã~óçê∞~=ÇÉ=ä~ë=Åáí~ëÔI=éÉêç=äçë=êÉéêçJ  Dios celoso: castigo la culpa de los padres en los hijos, nietos y bis-
            ÇìÅáãçë=~èì∞=é~ê~=Ñ~Åáäáí~ê=ä~=í~êÉ~=Éå=Éä=Å~ëç=ÇÉ=èìÉ=Ü~ó~=~äJ  nietos cuando me aborrecen. Pero actúo con lealtad por mil gene-
            Öìå~=ÇáÑáÅìäí~Ç=é~ê~=äçÅ~äáò~ê=ä~ë=Åáí~ëK=                 raciones cuando me aman y guardan mis preceptos.
                                                                                                                  Dt 5, 7-10


              La negación de Pedro                                     No tendrás otros dioses rivales míos. No te harás una imagen, figura
                                                                       alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua
                                                                       bajo tierra. No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo,
              Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Como ese discípulo  el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso: castigo la culpa de los padres
              era conocido del sumo sacerdote, entró con Jesús en el palacio del  en los hijos, nietos y bisnietos cuando me aborrecen; pero actúo
              sumo sacerdote, mientras Pedro se quedaba fuera, a la puerta. Salió  con lealtad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis
              el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló a la portera  preceptos.
              y esta dejó entrar a Pedro. La criada de la portería dice a Pedro:
              —¿No eres tú también discípulo de ese hombre?                                                       Ex 20, 3-6
              Contesta él:
              —No lo soy.
              Como hacía frío, los siervos y los guardias habían encendido un bra-
              sero y se calentaban. Pedro estaba con ellos calentándose. [...]
              Simón Pedro seguía calentándose. Le preguntan:
              —¿No eres tú también discípulo suyo?
              Él lo negó:
              —No lo soy.
              Le replica uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel
              a quien Pedro había cortado la oreja:
              —¿No te vi yo con él en el huerto?
              De nuevo lo negó Pedro y al punto cantó el gallo.
                                                  Jn 18, 15-18.25-27



                                             Unidad 1, pág. 15, act. 10                                Unidad 3, pág. 37, act. 7





              La evangelización                                       Y les dijo:
                                                                      —Vayan por todo el mundo proclamando la buena noticia a toda la
                                                                      humanidad. Quien crea y se bautice se salvará; quien no crea se con-
              Jesús se acercó y les habló:                            denará. A los creyentes acompañarán estas señales: en mi nombre
              —Me han concedido plena autoridad en cielo y tierra. Por tanto, vayan  expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas, agarrarán serpientes;
              a hacer discípulos entre todos los pueblos, bautícenlos consagrándolos  si beben algún veneno, no les hará daño; pondrán las manos sobre
              al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir cuanto les  los enfermos y se curarán.
              he mandado. Yo estaré con                               El Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue llevado al cielo y se
              ustedes siempre, hasta el fin                           sentó a la derecha de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes,
              del mundo.                                              y el Señor cooperaba y confirmaba el mensaje con las señales que lo
                                                                      acompañaban.
                          Mt 28, 18-20
                                                                                                                Mc 16, 15-20









                                                                                                       Unidad 3, pág. 35, act. 1



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