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Una fe que se alimenta

                                                       No basta con recibir y acoger la fe, hay que alimentarla. Al igual que
                                                       sucede con la amistad o con el amor, si la fe no se alimenta o no se
                                                       cuida, se muere. De ahí el valor y la importancia de los medios que
                                                       la Iglesia proporciona a sus miembros para alimentarla:
                                                       — Los sacramentos, instituidos por Jesús y que ella administra.
                                                       — La oración. Encuentro personal del ser humano con Dios; por
                                                          eso los miembros de la Iglesia la practican asiduamente.
                                                       — La predicación y la catequesis con que la Iglesia instruye, fun-
                                                          damenta y acrecienta la fe de los cristianos.

                                                       Sin duda, el gran alimento de la fe de los cristianos son los sacra-
                                                       mentos, en especial, la Eucaristía. Jesús dijo de sí mismo «yo soy
                                                       el pan de vida» (Jn 6, 48) y, antes de morir crucificado, al partir el
                                                       pan con los discípulos en su Última Cena, les dijo:


                                                          }Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros. Hagan esto en me-
                                                            moria mía. Lo mismo, después de cenar, tomó la copa y dijo: Esta
                                                            copa es la nueva alianza sellada con mi sangre. Hagan esto cada
                                                            vez que la beban en memoria mía.
                                                                                           ~
                                                                                                         1 Cor 11, 24-25

                                                       Desde entonces, la fracción del pan identifica a los cristianos. Para
                                                       el creyente, Jesús mismo se hace presente en la Eucaristía; por
                    Por el Bautismo se nace a la fe y a la fa-  eso, dice el Concilio Vaticano II que ésta es «la fuente y la cumbre
                    milia de los hijos de Dios, incorporándose
                    a la Iglesia.                      de toda la vida cristiana».
                                                       Mediante la oración, el cristiano alaba y da gracias a Dios, le pide
                                                       perdón y solicita nuevos favores. Es, por tanto, uno de los elementos
                                                       esenciales de la fe cristiana. Santa Teresa de Jesús la explica con
                                                       estas palabras: «es el trato de amistad con quien sabemos que nos
                                                       ama (Dios)». Otros la definen como unión con el Señor en el silencio
                                                       y en la vida.
                                                       Hay dos formas de practicarla:
                                                       — Individual. Cuando el creyente la lleva a cabo en su intimidad;
                                                          por ejemplo, rezando el Padrenuestro o un Ave María.
                                                       — Comunitaria, que se hace en comunidad, y el núcleo de esta
                   La primera comunidad cristiana         oración es la proclamación y escucha de la Palabra de Dios, por
                                                          ejemplo el rezo litúrgico de las Horas.
                   }Acudían asiduamente a la ense-
                     ñanza de los apóstoles, a la co-  La predicación es el anuncio público del mensaje de Jesús hecho
                     munión, a la fracción del pan y a  por ministros autorizados. Su forma normal es la homilía, es decir,
                     las oraciones.
                                  ~                    la proclamación y explicación del Evangelio en una celebración li-
                                          Hch 2, 42
                                                       túrgica, o en la celebración de alguno de los sacramentos.
                   — Señala cómo el texto nos indica   La catequesis es el proceso de educación en la fe que siguen los
                     que los primeros cristianos parti-  cristianos, mayormente cuando se preparan para la recepción de
                     cipaban y recibían algún sacra-   alguno de los sacramentos.
                     mento, practicaban la oración y
                     asistían a la predicación o cate-  Con la predicación y la catequesis, la Iglesia:
                     quesis.
                                                       — Transmite a sus fieles las enseñanzas de Jesús.
                   — Indica el sacramento de la Iglesia
                     que se cita en el texto.          — Enseña, razona y fundamenta las verdades que se han de creer.
                                                       — Indica las normas de vida que se han de practicar.
                                                       — Prepara para recibir los sacramentos con provecho.




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