Page 96 - el_kybalion
P. 96

—   92  —

                               fieste  en  la  conciencia y  no  quede  uno  afectado  por
                               ella.  Es  lo  mismo  que  levantarse  por  encima  de  una
                               cosa  y  dejar  que  pase  esta  por  debajo  de  uno.  El
                               instructor  o  disci'pulo  hermetico  se polariza a si  mis­
                               mo  en  el  polo  requerido,  y  por  un  procedimiento
                               semejante  a  “ rehusar”  el  participar  en  la  oscilacion
                                retrogada,  o,  si  se  prefiere,  “negando”  su  influen-
                               cia  sobre  el,  se  mantiene  firmemente  en  su  position
                               polarizada,  y  permite  al  pendulo  mental  oscilar  ha-
                               cia  atras  en el piano inconsciente.  Todo hombre,  que
                                en  maj'or  o  menor  grado,  ha  adquirido  cierto  do-
                               minio  de  si  mismo,  realiza  esto  mas  o  menos  cons-
                                cientemente,  impidiendo  que  sus  modalidades  o  es-
                               ,tados  mentales  negativos  lo  afecten,  mediante  la
                                aplicacion  de  la  ley  de  la  neutralization.  El  maes­
                                tro,  sin  embargo,  lleva  esto  hasta  un  grado  muchi-
                               simo  mayor  de  eficacia  y  proficiencia,  y,  mediante
                                su  voluntad,  llega  a  un  grado  de  equilibrio  e  infle-
                               xibilidad  mental  casi  imposible  de  concebir  por
                               aquellos  que  se  dejan  llevar  y  traer  por  el  pendulo
                               mental  de  sus  sentimientos  y  modalidades.
                                  Todo  pensador  apreciara  debidamente  la  gran  im-
                                portancia  del  asunto  con  solo  considerar  lo  escla-
                                vos  que  la  mayoria  de  las  gentes  son  de  sus  propios
                               ■estados  de  animo,  sentimientos  y  emociones y  el  po-
                                co  dominio  de  si  mismos  que  tienen.  A   poco  que
                                se  medite  el  asunto  se  comprendera  cuanto  nos  han
                                afectado  en  nuestra  vida  esas  oscilaciones  del  rh­
                                ino;  como  a  un  periodo  de  entusiasmo  ha  seguido
                                un  correspondiente  periodo  de  depresion.
                                  Igualmente,  tenemos  periodos  de  valor,  que  son
                                seguidos  de  periodos  de  desaliento  y  miedo.  Y   asi
                                sucede  con  todos  o  con  la  mayoria  por  lo  menos:
                                xnareas de sentimientos y emociones se elevan y caen,
                                pero  nunca  sospechan  la  causa  de  ese  fenomeno.  Si
                                se  comprende  la  operacion  de  este  principio,  se  ob-
                                tendra  la  clave para dominar  esas  oscilaciones  y uno
                                podra  conocerse  a  si  mismo  mucho  mejor,  evi-
   91   92   93   94   95   96   97   98   99   100   101