Page 3 - EL HOMBRE EN BUSCA DEL SENTIDO
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de apatía relativa es la que lleva a una muerte emocional. Los que sufrían, los
enfermos, los agonizantes, y los muertos eran cosas tan comunes bastaban unas
pocas semanas en el campo para no conmover en absoluto a nadie. El
adormecimiento de las emociones y el sentimiento se vuelven un mecanismo
necesario de autodefensa, todas las emociones se centraban en una tare: la
conservación de sus vidas. El grado de desnutrición que sufrían los prisioneros
además de ser una preocupación por la comida hacia que los prisioneros tuvieran
en poco el deseo sexual. Lo más importante para cada uno era el mantenerse con
vida. Lo que hablaba todo el campo, casi continuamente era de política y religión,
los prisioneros se mostraban devotos y ellos presentaban o mostraban un mejor
estado de ánimo, en cuestión de política se hablaba de la guerra, de cuándo
terminará, su liberación etc. Los prisioneros comenzaban a desear lo soledad, ya
que no había privacidad alguna. En la mayoría de los prisioneros, la vida primitiva
y el esfuerce de tener que concentrarse precisamente en salvar el pellejo llevaba a
un abandono total de lo que no sirviera a tal propósito, lo que explicaba la
ausencia total de sentimentalismo, en esta fase, el autor manifiesta que sus
esperanzas y su misma salvación está en el amor y a través del amor, aunque sea
solo por un momento si contempla a un ser querido. El autor narra que fue
trasladado a otro campo de concentración a Dachau, ahí se les clasificaba de
acuerdo a su edad, profesión, donde no tenían poder de decisión. Es en esta fase
del autor al ayudar a otras personas se da cuenta que a pesar de haberles
arrebatado todo, aún conservaba el poder de decisión la manera en cómo actuar y
la actitud que debe tomar ante la crueldad, la injusticia y la barbarie
TERCERA FASE: DESPUES DE LA LIBERACIÓN
Luego de la segunda fase llega la liberación de los prisioneros es entrar en una
etapa de despersonalización, simplemente no se puede creer lo que está
ocurriendo y todo ha perdido la razón de ser, es decir añoraban su libertad pero
cuando la obtuvieron no lo sintieron felicidades. En el daño y la deshumanización
parece imposible dejarla. Durante esta fase psicológica se observa que las
personas de naturaleza más primitiva no podían escapar de sus influencias de la
brutalidad que habían vivido en el campo. Lo único que habían cambiado para
ellos era en vez de ser oprimidos eran opresores. El autor manifiesta que nadie
tenía derecho a obrar mal, ni aun cuando a él le hubieran hecho daño. La
deformidad moral resultante de repentino aflojamiento de la tensión espiritual,
otras dos experiencias mentales amenazaban con dañar el carácter del prisionero
liberado: la amargura y la desilusión que sentía al volver a su antigua vida. La
amargura tenía su origen en todas aquellas cosas contra las que se rebelaban
cuando volvían a su ciudad, tampoco se estaban preparados para la infelicidad;
aquella experiencia en el campo les hizo incapaces de comprender como habían
podido soportarlo.
Alejandro Ramírez Espínola Maestría en Desarrollo Educativo
Grupo 2 Metodología de la Investigación