Page 239 - mago de oz
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sus otras ramas como si estuviera muy dolorido,
y el Leñador pudo pasar por debajo sin ninguna
dificultad.
—¡Vamos! —les gritó a los otros—. ¡Aprisa!
Todos se adelantaron a la carrera y pasaron
debajo del árbol sin sufrir el menor daño, salvo
Toto, al que apresó una rama pequeña que lo
sacudió hasta hacerlo aullar, pero el Leñador la
cortó sin demora, liberando así al perrito.
Los otros árboles del bosque no hicieron nada
para impedir su paso, razón por la cual los
viajeros comprendieron que sólo la primera
hilera podía doblar sus ramas hacia abajo, y
probablemente eran los guardianes del bosque,
dotados de aquel maravilloso poder a fin de
mantener alejados a los intrusos.
Los cuatro amigos marcharon tranquilamente por
entre los árboles hasta llegar al otro lado del
bosque, y allí, para su gran sorpresa, se
hallaron frente a un alto muro que parecía de
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