Page 28 - Vuelta al mundo en 80 dias
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Aquella salida precipitada de Londres poco des-pués del robo; aquella fuerte suma con que
se hacía el viaje; aquella prisa de llegar a países remotos: aquel pretexto de una apuesta
excéntrica, todo confirmaba y debía confirmar a Fix en sus ideas. Hizo hablar toda-vía más
al francés, y adquirió la convicción de que ese mozo no conocía a su amo; que éste vivía
aislado en Londres; que se le suponía rico sin saber el origen de su fortuna: que era un
hombre impenetrable, etc. Pero al propio tiempo Fix pudo cerciorarse de que Fogg no
desembarcaba en Suez y se iba directamente a Bombay.
¿Está lejos Bombay? Preguntó Picaporte.
Bastante lejos respondió el agente . Todavía necesitáis unos doce días por mar.
¿Y dónde está Bombay?
En la India.
¿En Asia?
Naturalmente.
¡Diantre! Es que voy a deciros... Hay una cosa que me trastoma... Mi mechero.
¿Qué mechero?
Mi mechero de gas que se me ha olvidado apagar y que está ardiendo por mi cuenta. He
calculado que sale a dos chelines cada veinticuatro horas, justo seis peniques más de lo que
gano, y ya comprenderéis que a poco que el viaje se prolon-gue...
¿Comprendió Fix el negocio del gas? Es poco probable. Ya no escuchaba nada y estaba
tomando una resolución. El francés y él habían llegado al bazar. Fix dqlo a su compañero
que hiciera sus com-pras, le recomendó que no faltase a la salida del "Mongolia", y volvió
con premura al despacho del agente consular.
Fix, ahora firme en su convicción, había recobra-do toda su serenidad.
Señor dijo al cónsul ; ya no abrigo duda ninguna. Tengo a mi hombre. Se hace pasar
por un excéntrico que quiere dar la vuelta al mundo en ochen-ta días.
Entonces, ¿es un ladino que cuenta con volver a Londres después de haber hecho perder
su pista a todas las poblaciones de ambos continentes?
Eso lo veremos respondió Fix.
Pero, ¿no os equivocáis? Preguntó de nuevo el cónsul.
No me equivoco.