Page 102 - Huasipungo - Jorge Icaza
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to en lodo. Es un escupitajo amorfo que se 103
amontona al pie de la muchedumbre. Es al-
go que viene a indigestar de tragedia a la
minga.
-Era mejor rlejarle- afirma el ingeniero ha-
ciendo una mueca de asco.
-No ... Ya verá que esto se compone. A los
chagras ¡:e les da más hago. Y a voy a mandar a
traer del pueblo unos cinco barriles más. Pero el
trabajo debemos seguirlo así, d~: lo contrario, iría-
mos al fracaso, no cumpliríamos nuestra misión de
cultura, de hacer a este pueblo a imagt::n y seme-
janza ele nuestra civiliz.ación. Vará ... - afirmaba
el latifundista frontando proyectos placenll'!ros en-
tre las manos, y, después de una pausa continúa:
.-La gente blanca que se ocupe sólo de ac·aneo
de material, asi se ies tiene seguros. Los indios, co-
mo son míos, propios, deben seguir cavando las
zanjas. Que se pierdan veÍl'.te, que se pierdan trein-
ta, no se ha .perdido gn.m cosa. Pongamos que sean
cincuenta, creo será Jo más que se pueden per-
der.,. Sólo sirven para com(Or y pedir .adelanta-
do. Aquí en confianza le diré a usted que a éstos
les compré baratico, me sale a unos dos o tres su-
eres cada· indio; en cambio el carretero quiere de-
cir mi porvenir. ¿Eh? ¿Qué le parece?
-Si usted tiene tanto afán podemos seguir en
H u A [' u N G o
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"