Page 27 - Un poeta con dos ruedas : cuento para los 11 años de edad y sus alrededores
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                    FLECHA          —    Al   día   siguiente,      ¡con    qué    alegría     miró

                    el  niño    a   su  bicicleta     al   despertar!

                          —¡Compañera!              —le       dijo    sin    poder      contener-

                    se—:      ¡hoy     sí  que    vamos      a  rodar     juntos!      ¡Vamos       a

                    ver    los   rascacielos       y  las    bellas    avenidas       de   la   ciu-
                    dad     de   México !.      . .

                          Efectivamente,          dio    un   beso     a  sus    papás     y   a   su

                    hermana,         rascó     luego     ligeramente          el   testuz     a   los

                    bueyes      "Pandero"         y  "Tambor",         dio   unas     palmaditas

                     en   el  cuello     a  "Cornetín"        y.  .  .  ¡a  rodar!

                           ¡Allá     iban     Lupito      y   la   "Ocarina",         como       una

                    flecha     por    el  camino !.      . .

                          Después       de   rodar     y   rodar     cerca    de   100     kilóme-

                    tros,    comenzó        a  ver    las   casas     que    la    capital     tiene

                    por    las   afueras. .         ¡Qué     emoción,       la  de   todo     mexi-
                                               .
                    canito      de   las   provincias,        ver    por    primera       vez    esa

                    Hermosa        ciudad,       orgullo      de   México!        Esa     emoción

                    es   como     poner     un   puente      de   unión,     un   lazo    de   afec-
                    to,   entre    la  capital     y  toda    la  República.        .  .


                          Mas      sucedió      que,     sin    haberse       introducido         del

                    todo     en    la   ciudad      misma,       y   rodando        todavía      por

                    suelos      de    carretera,       se    encontró       con    un     inmenso






                                                                                                  25
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