Page 69 - Un poeta con dos ruedas : cuento para los 11 años de edad y sus alrededores
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EXCENTRICIDADES — ¿Quê era, repetimos, lo
que aquellos versos querían decir?... El secreto se
lo dijo Lupito a los bueyes rascando a cada uno el
remolino de su testuz:
—No hay más remedio, amigos míos —les
dijo—; tienen ustedes que aprender ciclismo, que
acaso sea la única manera de salvarles de algo trá-
gico que les espera. . .
"Don Pandero" y "don Tambor", que, aunque
fuese en broma, era así como Lupito llamaba a los
bueyes, porque eran ya de más edad que él, no en-
tendían exactamente sus palabras; pero él empezó
luego a expresarse por señas, señalando a ellos y
a la bicicleta alternativamente, e imitando con sus
manos el movimiento de los pedales; y luego, con
un gesto imitado de horror y de angustia, hacía
como si les diera la puntilla.
El caso es que, como ya llevaban algunos años
unidos al chiquillo, algo iban entendiéndole y hasta
empezaron a intentar la realización de lo que el mu-
chacho les estaba ordenando: montar. Y la verdad
es que se caían tales golpes, que siempre había que
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