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El núcleo principal de este modelo parte de la idea de un hall central o vestibular
que asemeja a las grandes mansiones construidas en la década de 1940 y con una
reminiscencia de las grandes mansiones porfirianas donde el acceso indirecto a los espacios
era sinónimo de elegancia y lujo. Evidentemente son mucho más pequeños y al mismo nivel
del resto de las habitaciones, pero al ser el elemento principal, los espacios se desarrollan
de forma radial en torno a él. Siempre acompañado con un porche o escaleras de acceso al
exterior.

Los bloques de espacios al interior se dividen por jerarquía de acuerdo a su
privacidad y función, por un lado, los espacios públicos empezando por la sala, comedor y
cocina, y del otro lado los privados, como estudios, recámaras de visita, baño y la recámara
principal, todos alrededor de un hall cuadrado o rectangular. Mientras que el patio se divide
en tres partes, el frontal funge de vestíbulo a la vivienda respecto a la calle, el lateral y el de
servicio o trasero que tiene comunicación directa con la cocina y funciona como espacio
complementario.

La apariencia estilística es muy variada y ninguna casa es igual, dado que en aquella
época había un gran debate entre qué arquitectura representaba mejor aquel momento
histórico que se vivía. Esta variedad es la materialización de un momento de transición y
contradicciones en la arquitectura, en las que la experimentación y la búsqueda de nuevas
soluciones del vivir moderno en México, dieron como resultado un retrato de su momento
histórico; una expresión nacida entre de la teoría y la ideología moderna y su posterior
explotación comercial en masa.

La Casa Aislada o Casa Barata, no puede entenderse únicamente por la apariencia
física y estilística del edificio, sino en la distribución de los espacios y en el confort que
ofrecía a las familias que estrenaron estas casas. Un modelo donde el eje rector es la mujer,
sus labores dentro del hogar y su relación con la familia, facilitándole cada uno de los
deberes por medio de un estudio arquitectónico de los espacios y su utilización, así como
su relación con el exterior garantizando la seguridad y supervisión de cada uno de los
espacios, donde la cocina es el punto central, al mismo tiempo que la orientación y el
aprovechamiento de la ventilación natural contribuía a la mejor experiencia de
habitabilidad posible.
Sin embargo, todas estas ventajas ofrecidas por este modelo de vivienda, no fueron
favorables y viables económicamente en comparación con los edificios verticales de
vivienda. El multifamiliar se impuso a las casas tradicionales, dando un cambio total a la vida
y un paso fuerte a una nueva etapa de la modernidad mexicana; las Casas Baratas o Aisladas
en la Cove fueron el último respiro de un modo de vida, aspiraciones y confort idealizado
por las familias de tiempos anteriores, que evolucionaron a la par de la oferta arquitectónica
y son el testigo que nos permite entender esta transformación.