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formas de habitar consolidadas para 1950 -referidas por Miguel de la Torre en
“Habitación colectiva de la Ciudad de México”: reunir en una sola área estancia-
comedor; generar grandes espacios de recepción; mayor tamaño de los espacios
de cocina, baños y cuartos. La distribución funcional es representativa de una nueva
forma de vida, guiada desde 1950 por el modelo the american way of life.
Finalmente, la expresión de sus fachadas resulta una interesante narración
histórica de ese tránsito que se da de una arquitectura racional-funcionalista a otra
de expresión internacional, pero que a la vez refleja las respuestas de la época a la
necesidad de una arquitectura que se mostrara nacional. Primeramente, continúan
las reminiscencias de los años cuarenta de los balcones bolados en secciones de
la fachada, sin embargo, se ve claramente un intento de ocupar la mayor parte de
la fachada principal (como se conciben en la composición de las fachas de los
edificios de corte internacional que se están construyendo en la misma época del
Ámsterdam 199). Con una intención expresiva internacional, se puede observar que
existe una búsqueda de que los canceles de piso a techo ocupen todo el largo de
la fachada, resueltos de tipo metálicos con perfiles de ángulo -característico del tipo
de cierre de los años 50.
Para este momento histórico, la búsqueda de la expresión de lo nacional ya no
es la agenda principal de los arquitectos, sin embargo, el sentido de lo mexicano no
deja de estar presente. En algunos casos se utilizó la inclusión de murales u obras
plásticas en la concepción de los edificios de apartamentos, mientras que en otros
se optó por el uso de materiales locales (o ambas soluciones, en el mismo edificio).
Para el Edifico Ámsterdam 199 fue la segunda: el uso de materiales locales en
revestimientos de la fachada. Se pueden observar las fachaletas de la empresa
