Page 10 - La Quinta_Abril-Mayo2020

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muy pagado de un fatuo sentimiento de superioridad y muy
concienciado de nuestros propios derechos. Sinceramente muy
contagiados, salvo excepciones, del virus de la apatía.
Y, ¡caramba! Justo ahora que habíamos ampliado los
graneros y los teníamos bien repletos, viene un virus globalizado,
de importación, como todo “made in China”, a romper ese
blindaje, y a tirar por el suelo al adorado IBEX de oro, y quien más
y quien menos se ha sorprendido reconociéndose tan vulnerable y
frágil como los mercados.

Mucho y bien se habla de los médicos, enfermeras, y de
todo el personal de la sanidad, y nos quedamos, con todo, muy
cortos. ¡GRACIAS DE TODO CORAZON!
Y junto a ellos hay otras muchas personas e instituciones,
mucho menos protagonistas de los medios de comunicación, que
están sufriendo el drama de la atención al sector más vulnerable
de la sociedad, en los albergues de los sin techo, drogadictos y
personas a las que el comedor social es su única fuente de
alimento, drama de los voluntarios, viejos en edad, pero jóvenes
en el alma, que se están ofreciendo a colaborar, arriesgándose al
contagio, porque no hay nadie más para poder atender a Jesús
pobre.
Éstos que se sienten tristes porque el buen criterio de los
responsables no les
permite exponerse al
contagio y otros más
jóvenes se
multiplican en su
trabajo, hasta el
punto de olvidarse de
comer.