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Escribir estas palabras me resulta muy complicado por el hecho de que no entiendo en
que momento llegue hasta acá, los años pasaron volando y me dejaron únicamente
recuerdos que anhelo con el alma vivir de nuevo. Recuerdo con mucho cariño cuando
jugábamos en los descansos, esa adrenalina que sentía mientras corría por todo el
colegio de aquellos que han sido mis amigos por tanto tiempo o cuando tomábamos
milo para luego irnos en metro a algún lugar, momentos que nunca olvidaré. Ya solo
queda mirar hacia el futuro y contemplar aquello que hace años ignoraba pensando que
faltaba una eternidad, asimismo retomar mi presente y reflexionar en cada detalle que
formó la persona que hoy soy. Para mí es indudable que el colegio fue uno de los pilares
dentro de esa formación y es por ello que me queda un sentimiento de profunda gratitud
hacia la institución que desde pequeño me inculco sus valores y me ofreció diferentes
experiencias que otorgaron múltiples enseñanzas.

Quisiera principalmente agradecerles a los miembros de mi familia que constantemente
me apoyaron en mi proceso y me guiaron a través de las buenas decisiones. También
agradecerles a muchos de mis profesores como Jenny Obando, Luz Dary, Luz Astrid
Diez, Mauricio Amezquita, Álvaro Amezquita, José William, María Eugenia, Fercho, Ana
Osorio, Claudia Vargas, Muñeton, John Jairo Álvarez, Gustavo Velásquez, Carlos Puerta,
Jarol Cobaleda, Luis Abad Galeano, Diana Trujillo, Juan Carlos García y Carlos Mario
Ospina que me retaron y me pusieron en situaciones difíciles para lograr un cambio signi-
ficativo en mi, resultando en la identificación de mis habilidades y gustos. Finalmente
darle el mayor de los agradecimientos a mis amigos y a mi novia que hicieron mi tiempo
en el colegio algo memorable, siendo estas experiencias las que verdaderamente recor-
dare por siempre dado que fueron las personas que me enseñaron a sentir y a vivir lo
esencial sin preocupaciones.