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A lo largo de mi vida escolar han ocurrido muchas situaciones, buenas y
malas, y, sin embargo, cada una de ellas me ha dejado una importante lección
en la vida y me ha ayudado a crecer como persona. En el tiempo en el que
repití el grado 10° pasaron sucesos que nunca imaginé, situaciones, relacio-
nes, me acerqué a las personas correctas, Lu y Mari, me alejé de personas
que no me aportaban y conocí personas que son las que hoy puedo llamar
mis amigos, le di un giro a mi proyecto de vida; se podría decir que esa pérdida
de año le dio a mi vida el cambio que necesitaba en ese momento porque
tiempo de Dios es perfecto. Todo esto me dejó una enseñanza: que de las
situaciones negativas que vivimos aprendemos algo y, de hecho, mientras
más complicada sea, más fuertes seremos después de superarlas. Porque
eso sí, todo se supera y en lo personal con la ayuda de Dios y las personas
correctas todo es más fácil. Este escrito resumió la última parte de mi vida
escolar, sin embargo, es chévere recordar lo que uno vive cuando es más
pequeño, cuando las responsabilidades son menores que la diversión y las
travesuras, las explotadas de desodorante en el salón, las escapadas de clase
al salón de música, y mil situaciones más que se quedan en el recuerdo como
anécdota por el resto de la vida. No mencionaré nombres porque sé que no
acabaría este escrito si tuviera que nombrar a todas las personas importantes
con las que me he encontrado en mi vida escolar, porque yo sé que ellas
saben quiénes son y lo que aportaron y significan en mi vida.