Page 218 - anuario-1
P. 218
Desde el primer anuario que leí por allá en el 2009 estuve pensando cómo escribir estas líneas sin
escribir lo mismo que se ha escrito siempre; sin embargo, lo haré. Empiezo primero agradeciendo a la
profe de jardín, que al ver que no paraba de llorar por separarme de mi mamá el primer día, me llevó a
dar una vuelta por el infantil para que me calmara, y lo consiguió. De ahí en adelante, el San Ignacio solo
ha sido testigo de los mejores momentos de mi vida.
Claro, esto no ha sido ni gratis ni gracias a mí; todo lo bueno (y lo no tanto) que me ha pasado en el
colegio tiene responsables. Gracias a los profesores, bien lo dijo Carlos Fonnegra: “todos tuvimos maes-
tros, no reconocerlos es un robo” pero aún más a quienes se han esforzado en transmitirme mensajes
que van más allá de lo académico: Fredy López, Maluma, Mauro, Álvaro, Fercho, Muñe, entre otros.
Eterno descanso y gracias a John F., que fácilmente fue el maestro más determinante que tuve. Gracias
también a pastoral por ser un factor fundamental en mi formación como ser humano y, por supuesto,
gracias infinitas al señor de señores y todo el plantel de fútbol por brindarme momentos inolvidables
dentro y fuera de las canchas.
Quisiera además agradecer al Tri, por permitirme pasar grandes momentos a su lado y por ser el apoyo
que he necesitado en estos últimos años (de paso gracias a DogBurger por patrocinar las estudiadas);
a L.D.G.L, por lo que ha significado la amistad de tantos años y por seguir ahí, a estos se suman muchos
más con los que sé que cuento y a los que les agradezco (5records, APC, mañes). Quiero además
agradecer especialmente a Md, quien ha sido mi apoyo fundamental en este extraño año y a quien le
debo muchísimo de mis últimos aprendizajes. Gracias infinitas a Pablo, que desde antes de tener
consciencia ha sido una fuente de apoyo muy importante en mi vida, le debo también muchísimos
momentos y reflexiones cruciales a lo largo de estos 13 años.
Finalmente, quiero agradecer a mi familia, a mis hermanos por ser con quienes más tiempo paso y a
quienes más les aprendo, a mis abuelos por enseñarme un sinfín de cosas desde su sabiduría, a todos
mis primos, tíos y demás, que en algún momento han aportado a mi crecimiento y, por último, a mis
papás, gracias por meterme a este colegio, por estar pendientes siempre de mi formación y por signifi-
car lo más importante en mi vida.