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No te quedes en la misma
posición
Permanecer en la misma
postura por horas puede
generar rigidez muscular y
fatiga. Una buena práctica
es hacer pausas activas
cada 60-90 minutos para
estirar el cuerpo y volver a
incorporarte a la rutina.

Aquí te dejamos una mini
rutina rápida que puedes
hacer sin levantarte:
-Estira tus brazos hacia
arriba y hacia los lados.
-Gira lentamente el cuello
de un lado al otro.
-Rueda los hombros hacia
atrás y adelante.
-Estira las piernas debajo del
escritorio.

Tu cuerpo también trabaja
Recordar que tu cuerpo
también está “en jornada”
durante el home office
te ayudará a cuidarlo
mejor. Implementar estos
pequeños cambios no
solo mejora tu postura
y bienestar físico, sino
también tu concentración y
energía diaria.

Haz de tu espacio de trabajo
en casa un lugar cómodo,
funcional y saludable.
Porque cuando te sientes
bien, trabajas mejor.