Page 14 - Apofénicos Vol.3
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La primera vez que consumí LSD, fue en la             El placer se intensificó y fue ahí cuando
          playa. En uno de estos eventos de música              pude darme cuenta de que nuestro sentir,
          electrónica llamados rave. Fue una experiencia        es percibido por los demás al momento. Las
          súbita. No puede uno estar preparado para             mujeres podían sentirme, aun cuando yo
          tal despertar del cuerpo y la consciencia. Las        no quisiera demostrarlo. “Por eso mentir
          vibraciones se metían en mi cuerpo sin control        nos debilita tanto”, pensé. “Es un gran
          alguno, no podía regular el flujo de emociones.       esfuerzo el que se hace para convencer a
          La percepción del cuerpo me había dominado            alguien de que lo que siente, no es real”.
          sobre la mente. Experimenté un bloqueo
          consciente de pensamientos, me convertí en
          espectador de mis propias sensaciones, no
          había forma de canalizarlas, ni reprimirlas, así
          que el cuerpo fue libre por unas cuantas horas.
          Sentía en exceso, seguía teniendo voluntad
          sobre mis movimientos, pero el sentir me
          superaba; mi vehículo mostró su verdadera
          naturaleza: la vida, el flujo interminable de la
          grandiosa vida corriendo en mi cuerpo. Una               En  estos  eventos,  la  gente  conecta sus
          energía inconmensurable se apoderó de mí, es          energías con facilidad, puedes reconocer
          indescriptible. Perdí la sensación de frío —aun       quién la está pasando bien, puedes sentir su
          siendo de noche—, de miedo, de ansiedad, tuve         energía  estallar,  puedes  darte  cuenta  quién
          el impulso de no volver a fumar un cigarrillo         está excitado buscando tener contacto sexual,
          (al  menos  mientras  duró  la  experiencia),         quien está muy ebrio o intoxicado y puedes
          quería hidratarme, comer fruta; sentirme              ver también, quién la está pasando muy mal,
          sano y fuerte; nada de alcohol, ninguna               quién está perdido en laberintos de su mente
          sustancia que ensuciara mi cuerpo. Lo que             siendo dominado por sus miedos, en este
          percibía era tan grande y maravilloso que, mi         estado puedes sentir con facilidad lo que
          cuerpo pedía no interrumpirlo con basura,             otros sienten. Algo parecido a la telepatía.
          químicos o chatarra. Lo más importante, fue               Un par de veces más en el consumo de esta
          sentir que ese estado podía ser alcanzado por         sustancia,  obtuve  resultados  favorables.  La
          mí en cualquier momento. Después de todo              última buena experiencia, fue para sanar la
          era mi cuerpo, mi mente y mi consciencia              relación con mi familia. Lloré tanto en ese
          los que experimentaban todo ello. No me               amanecer… Lloré por mis  hermanos,  por  mis
          sentía alterado, ni confundido; estaba libre de       padres, por mis sobrinos. Por lo duro que
          miedos, de mis propios juicios, libre de filtros      había sido la vida con cada uno de nosotros.
          morales,  pero  consciente.  Mi  energía  estaba      Vi a detalle la vida emocional de mi madre, la
          reestablecida, alineada; mi mente se entregó          de mi padre… Todo el dolor que había en su
          sin duda. Me sentía fuerte y capaz, digno de          corazón se me hizo evidente. Me conmovió
          la vida. Parte de esa libertad que emanaba,           profundamente saber que aun con esa
          despertó en mi sexualidad una forma que               carga, hubiesen tenido la fuerza, el valor y la
          jamás había experimentado. Sentí un deseo             dignidad para continuar sin quejas. Formaron
          como nunca antes por las mujeres. Era como            una familia y estuvieron pendientes cada día
          una esponja roja que pulsaba ante el deseo.           de  sus hijos.  No podía  ser otra cosa  que  el
                                                                amor. Qué pudo darles la fuerza para levantar
                                                                tanto después de una vida de sufrimiento
                                                                como la que tuvieron, si no fue el amor.


                                                                                      Alteración de la Concienica, una
                                                                                              responsabilidad mayor
                                                             13                                 | por José Luis Yanez L.
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