Page 16 - cuentoflip
P. 16
le iba señalando el dibujo, detalle a detalle, desde el alzado de la
fachada de la casa y cómo el tiempo había dejado su huella en for-
ma de manchas hasta las habitaciones más recónditas. Jairo ob-
servó que el plano revelaba las dos plantas que tenía la casa, la
planta baja y la principal, y de qué forma se distribuían las habi-
taciones, nombradas con una preciosa y delicada caligrafía. En la
parte inferior aparecía el que se supone que era el autor del plano
y maestro de obras, además de la escala a la que estaba realizado
y la fecha de ejecución.
—Kira, subamos al salón a ver si es verdad que dejo el árbol de
navidad montado como me dijiste.
La niña dejó que Bruno siguiera husmeando cada palmo de la
casa y siguió a Jairo escaleras arriba. Ya en la parte superior
se encontraron con un corredor que distribuía las habita-
ciones. Tenía tres grandes ventanas que daban al patio.
Los niños atravesaron el pasillo siguiendo las indicacio-
nes del plano y entraron en un gran salón profusamente
decorado con pinturas que imitaban ricas molduras. En
el techo un gran rosetón floral era el punto de atención.
Había dos iniciales delicadamente entrelazadas: R y M.
Los niños se quedaron boquiabiertos con el gran árbol
de navidad que aún seguía montado, con regalos alre-
dedor. Regalos que eran cajas vacías. Ese dato ya se lo
había revelado su padre a Kira. El suelo estaba decorado
con vistosas losetas hidráulicas que representaban es-
trellas, como si un cielo nocturno estuviese bajo sus pies.
—Kira, ¿no ves algo raro en el árbol de navidad? —inquirió
Jairo.
—Aparte del polvo, no veo nada anormal. Bueno, sí. Que es
precioso. —La niña seguía admirando los preciosos adornos
que decoraban profusamente el árbol.
—¡Kira, no tiene estrella! ¿No te parece raro que con tanto ador-
no que tiene, se les haya olvidado poner la estrella? —dedujo con
maestría.
—¿Crees que puede ser otra pista?
Pero en el fondo sabían que la ilusión por la búsqueda a veces llega
a ser más reconfortante que la necesidad de encontrar algo. Había
algo de mágico en aquel lugar y no querían perder más tiempo.