Page 26 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
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Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma
con el marcador 9 – 2 a favor del equipo de Fabricio, dándolo lugar al
nuevo campeón regional sub 17.
Después de la celebración de su equipo, uno de sus mejores amigos
se le acerca y le dice:
- Hermano ¡FELICIDADES! Gracias a las atajadas que te diste,
pudimos aguantar el partido y ser nominados campeones regionales –
dijo Jhamir con tanta emoción.
- De nada hermano, a quien hay que agradecer es a Dios por
darnos la fe, las fuerzas y las esperanzas para ganar – contesto Fabricio.
- Dejando el tema de lado, ¿no estabas brindando servicio a la
parroquia? – menciono Jhamir.
En ese momento interrumpieron la conversación, dejando Fabricio
desconcertado.
Al caer la noche Fabricio recuerda la desconcertante pregunta de
su querido amigo, la cual provoco diversas incógnitas en su mente:
- ¿Por qué me aleje tanto de la parroquia? ¿me aceptarán si
regreso? ¡DIOS MIO AYUDAME POR FAVOR!...
Después de una hora Fabricio comienza a resolver toda incógnita
en su cabeza y es ahí donde toma la decisión de ser catequista, ya que se
sentía preparado para ayudar no solo físicamente, sino psicológica y
espiritual.
Después de un lapsus donde la travesía entre lo bueno y lo malo
se hizo dudoso
Hasta que un día, Fabricio se encontraba en la charla para
catequistas y justo el tema se titulaba “Recompensas en la vida solidaria”;
dos de los puntos principales eran: “Ningún soñador es pequeño y ningún
sueño es demasiado grande” y “No esperes un premio por haber ayudado,
solo hazlo y arriésgate” … A Fabricio le quedó muy claro esos dos puntos,
ya que él, tenía proyectos en su cabeza, pero que pensó que eran
demasiado para sí mismo y hoy los acaba de entender.