Page 35 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
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Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma
lo cual la maestra no le responde, lo cual mi madre me dice “vámonos te
llevare a una escuela donde tu talento sea valorado”. Y así fue como pase
mi niñez en donde nadie me aceptaba donde yo valía menos que todos
solo por un color de piel.
MI ADOLESCENCIA
C
uando entre a la secundaria, mi vida cambio me sentía un joven
más responsable sabía que mi única labor era estudiar,
mientras mi madre trabaja, un día mi madre en su trabajo se
encuentra con un señor, que la ve leyendo tocando unos libros
y mi madre intentando leer el señor sin pensarlo le dice léelo, lo cual mi
madre le dice ¡No puedo señor, no sé leer!
Y el maestro Martin porque ese era su nombre le dice ven vamos
yo te enseño, sin ella saber que el era un literario conocido de la cual ya
mucha gente no lo recordaba había quedado en el olvido, así como
muchas canciones antiguas, o como olvidar un cantante una música que
ya no suena y pasa a otros tiempos.
Era igual el señor Martin le enseño a leer a mi madre y ella
entusiasmada llegaba todos los días a trabajar porque sabía que recibía,
lecciones de lectura y escritura porque no solo le enseñaba a leer sino
también a escribir era tanto el amor por sus hijos que no solo lo hacía
por ella sino también por ellos que quería que ellos se sintiera orgullos
de su madre lo cual eso ya era una realidad, porque sus hijos Vivian
orgullosos de la madre que dios le dio, una madre que hacia todo lo que
fuera por sacarlos adelante que era madre y padre para ellos, una madre
que sin importar lo que haga para llevarles un pan a la mesa su único
motivo en la vida era sus hijos dos hermosos varones que le alegraron la
vida al enterarse que venían al mundo. Fue la mujer más feliz del mundo
sin importarle el que dirá la gente porque no tenían un padre ella no vivía
de nadie, porque solo le importaba sacar adelante a sus hijos.