Page 111 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA

Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma

Un día que estaba saliendo de la biblioteca se encontró con aquel

muchacho que la había ayudado en el peor momento de su vida, ella pensó que

quizás él no se acodaría de ella hasta que de pronto él se le acercó a ella y le dijo

que si lo recordaba ella le dijo que si, que como podría olvidar al chico que la

ayudó en el peor momento de su vida, esta vez sí se presentaron él le dijo que se

llamaba César y ella le dijo que se llamaba Diana

Cesar: Diana que lindo nombre, veras ya acabaron mis clases ¿te gustaría

ir por un jugo o café?

Diana: Gracias le dijo ella por el cumplido, y le dijo que encantada iría con

él.

Y así llegaron a la juguería y hablaron y hablaron sin querer el tiempo paso

rápido y ya se le hacía tarde de diana.

Diana: Ya me tengo que ir mis padres me están esperando en casa, deben

estar preocupados yo no suelo llegar tarde.

Cesar: si gustas, yo te puedo acompañar, si tú me dejas, claro.

Camino a casa cesar y diana siguieron hablando se dieron cuenta que se

llevaban tan bien que a pesar de que no se conocieran de tiempo pues pareciera

que sí y fue desde ese momento que se volvieron muy buenos amigos,

inseparables.

Diana: ya llegamos, aquí vivo

Cesar: vivimos cerca, yo vivo pasando unas cuadras.

Cesar: Diana te parece si me das tu número, para estar en contacto y seguir

hablando.

Diana le dio su número, se despidieron y cesar le dijo que la acompañaría

a partir de ese día todos los días a su casa para cerciorarse que llegue bien.

Su amistad cada día se estaba consolidando más, Cesar no solo la

acompañaba a casa, sino que también la llevaba al hospital y estaba pendiente

de ella en cada quimioterapia y después de estas ya que sabía que la dejaban

agotada.
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