Page 71 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
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Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma


                  medida que recito lo  que alguna vez me dijo y caigo en la cuenta; Mentiras.

                  Mentiras. Mentiras.

                         Mi madre se inclina para mirarme, las tres nos hemos quedado en silencio.

                         - ¿Pasa algo, Adara? –Me pregunta, Cindy - carraspea.

                         -  No  se  ha  sentido  muy  bien  últimamente,  iré  a  llevarla  a  casa  -Dice,

                  ayudándome a levantar del sillón de su casa. Sintiendo como él suelo de mueve,

                  al igual que los sentimientos

                         El aire me golpea directo en la cara y cuando ya estoy afuera, lloro. Como

                  cuando supe que mi padre le había dado el divorcio a mi madre. “la amo más que

                  a  nadie”  repito  en  mi  cabeza-  ¡Mentiroso,  mentiroso!  –Digo  con  fuerza,

                  queriendo golpear todo. Doy una patada a la mecedora, hundiendo una parte de

                  esta. Papá era un mentiroso, Tomás era un mentiroso, ¿Qué nos amaba? ¡No se

                  hubiese ido con ella! Nunca nos hubiese abandonado como lo hizo, rellenando

                  vacíos con regalos estúpidos en cada navidad o cumpleaños. Excusándose para

                  no ir a mis festivales en la escuela... ¡Ahhh, Pero claro! Para ir a comprarle pañales

                  y comida a su nueva familia si tenía todo el tiempo del mundo.

                         - Adara, tranquila -Cindy se acerca, pero la empujo por él enojo.

                         - ¡No, Cindy, nos mintió! ¡Todo este tiempo! Me dijo que nos amaba, que

                  nos quería más que a nadie y ¡Mírame! ¿Dónde estoy? Salvándole el pellejo de

                  que no conozca a una mujer que se va a aprovechar de él...

                         - Baja la voz, Susan, nos van a escuchar -Se preocupa. Echándole un vistazo

                  a la calle vacía, mientras grito en el pórtico.

                         - iQué me escuchen! ¡Qué todos me escuchen! Que Tomas Harmon va a

                  abandonar a su esposa y a su hija por una zorra en un par de años, llamada Sarah

                  - Grito, sacando todo el dolor que he guardado en años, la puerta de la casa se

                  abre, dejando ver a Megan con los ojos bien abiertos y sorprendidos.

                         -  ¿De  que  estas  hablando?  -La  voz  de  mi  padre  suena  a  mis  espaldas,

                  cuando me giro veo a su pandilla y a él estupefacto. Está molesto, lo veo en su

                  cara. La sangre se me va del rostro.
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