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Sistematización de experiencias: uno de los objetivos de la sistematización es la observación de la reali- dad de la experiencia que se sistematiza desde los mismos participantes, que éstos puedan expresar sus opiniones, ser críticos y analíticos sobre sus prácticas y su entorno. Esta técnica permite seleccionar y or- denar información con criterios preestablecidos, relaciona los sucesos y los actores concretos, en lugares, contextos y tiempos específicos. Permite documentar experiencias que son valiosas para las personas y su rescate es fundamental para poder aprender de ellas y mejorar las prácticas a futuro.
Más allá de los conocimientos que posean o consigan, lo más importante es el grado de compromiso que todos los que integran el equipo facilitador tengan con los productores con los que trabajan.
Para poder acompañar el proceso de fortalecimiento de la asociación se debe tener claro que cada grupo es singular, tiene sus propias características y va haciendo su propio recorrido, si bien, no hay recomen- daciones que funcionen para todos los grupos, ni tampoco todos los grupos transitan el proceso de la misma manera, es posible identificar algunas señales de que el grupo asociativo va madurando. Como equipo facilitador puede resultar de utilidad que considerar algunos de los aspectos vinculados a la ma- durez del proceso asociativo agroempresariales, como ser la ejecución de emprendimiento productivos.
Esto demanda de manera progresiva incorporar aspectos relacionados a la gestión agroempresarial, es decir, se necesita realizar una planificación diferente, acorde con el grado de complejidad que tiene cada emprendimiento priorizado por quienes hacen parte de la asociación. La planificación no es una posi- bilidad, sino una necesidad que los miembros deben asumir como tal, para obtener los resultados que le permitan participar en el mercado en forma sostenida.
Como proceso, la planificación tiene como punto de partida el estudio interno y externo de la asociación en cuanto sus capacidades empresariales, fase en la que se toman decisiones: luego de analizar los da- tos e información disponibles, se evalúan y eligen las mejores opciones de entre varias alternativas, que luego se implementan mediante el desarrollo de un plan de negocio. Asimismo, también se diseñan los sistemas de control para dar seguimiento y evaluar el progreso de las estrategias y líneas de acción pro- gramadas: se define qué variables se medirán, cómo se medirán y cada cuánto tiempo.
De esta manera, resulta esencial para la gestión estratégica de las asociaciones agroempresariales con- templar un análisis externo que involucre el estudio de los factores que conforman el entorno. Ello con el objetivo de identificar las oportunidades y amenazas a las que se enfrenta la organización y diseñar las estrategias que las atiendan.
Para estudiar dichos contextos se propondrán diferentes herramientas: el análisis de cadenas a nivel terri- torial, así como del entorno sectorial específico, estos análisis deben hacerse en un proceso participativo.
El análisis de la cadena puede ser utilizado en el marco del diagnóstico inicial para pensar las estrategias de una agroempresa o de una organización de productores en particular, para esto se debe tener infor- mación según sea el nivel de análisis.
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