Page 11 - Historia de México I

Capítulo muestra
Hacia la formación de México como Estado Nación 11
Figura 1.5 Los tratados de Córdoba abrieron la puer- ta legal a la monarquía.
Tratados de Córdoba
El 24 de agosto de 1821, Agustín de Iturbide (comandante del Ejército Trigarante) y Juan O’Donojú (jefe político superior de la Provincia de la Nueva España) firmaron los Trata- dos de Córdoba, en la ciudad de Córdoba, Veracruz. En ellos, O’Donojú aceptaba el Plan de Iguala, es decir, reconocía que la Nueva España era independiente de España y acep- taba la instauración de una monarquía constitucional. Dichos tratados constituyeron un giro político fundamental: un mexicano podía ser rey de la Nueva España en caso de que Fernando VII o alguno de sus parientes no aceptaran serlo.
Ideologías preponderantes
A consecuencia de las situaciones tan álgidas y de las influencias ideológicas arriba ex- puestas, los ciudadanos fueron apegándose a dos ideologías preponderantes, cuyas carac- terísticas fundamentales conviene enunciar.
Conservadores
Los conservadores pugnaban porque no se afectara el orden prevaleciente durante la época virreinal y deseaban que la religión católica continuara siendo la oficial. Conside- raban que el país podría modernizarse, pero sin que desaparecieran los privilegios de la aristocracia, el ejército y el clero. Para ellos, la Iglesia debía seguir a cargo de la educa- ción, la celebración de matrimonios, el control de los cementerios y otros aspectos de la vida de los individuos. Si prevalecía ese orden de cosas el país avanzaría, pues ya serían los propios mexicanos quienes se gobernarían con la experiencia pasada.
Su filosofía se basaba en respetar el orden natural de las cosas; tenía una tendencia comunitaria al basarse en la historia, el pasado y la tradición.
Liberales
Los liberales, opuestos a los conservadores, se nutrieron con ideas liberales británicas, francesas, estadounidenses e incluso españolas. Los conservadores criticaban a los libe- rales por imitar lo extranjero, aunque ellos mismos querían emular los sistemas de gobier- no tradicionales europeos.
La ideología liberal mexicana se basó en la defensa de las libertades, mayormente de carácter individual, las cuales (según afirmaban) generarían progreso. En lo político, es- tas ideas luchaban por la igualdad jurídica; en lo económico, por la propiedad privada y la no intervención del Estado en la economía.
Los liberales consideraban que habrían de abolirse los privilegios de grupo y que todos los mexicanos debían ser iguales ante la ley y profesar las libertades, entre otras, de
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