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los que logran sus metas, ya que siguen intentando conseguirlas y llevarlas a cabo, aunque no estén recibiendo los resultados que esperaban durante el proceso.
Si eres perseverante y si, adicionalmente, te lo comentan tus cercanos, es que ya este valor se convirtió en un hábito en ti. Felicitaciones. Lo convertiste en uno de tus tesoros esenciales.
Si das importancia al hecho de no rendirte, a constantemente retomar el camino, a no amilanarte ante las situaciones difíciles o desmotivantes, a seguir intentándolo, eso se convertirá en la base de tus logros.
Es algo que nadie te lo puede quitar convirtiéndose en la clave para obtener y mantener tus éxitos futuros.

En general, la tendencia actual de nuestra sociedad, de nuestra cultura y de muchos jóvenes es obtener mucho, y rápido, dando poco. Perdón, pido excusas, también hay muchísimos adultos maduros que piensan y actúan así.
Es el ejemplo típico de quien al hacer un trabajo de la oficina, colegio o universidad simplemente copia y pega sin entrar a investigar concienzudamente el contexto del tema. Hay gente que prefiere gastar permanentemente en la lotería con la esperanza de ganar que lograr conseguir dinero con el trabajo constante, comprometido y disciplinado. (A largo plazo).
Quieren todo ya; creen que el dinero se hace de un día para otro; siempre sueñan que tienen el gran negocio pero nunca actúan. Y así pasan la vida... bla, bla, bla.
Siempre prefieren un triunfo rápido, una recompensa rápida que trabajar, perseverar, esperar y tener una recompensa mayor.
Las generaciones pasadas conseguían con mucho trabajo construir su vida y posesiones; hoy en día la gente quieren conseguir todo rápidamente, de un día para otro; nuestra cultura se volvió el ¡YA!. Además, de este no recomendado modelo occidental, convivimos con actitudes, o carencias de ellas en nuestro entorno que hacen difícil cultivar esta competencia de la perseverancia: Unas de las carencias mas importantes para implementarla como hábito son la falta de motivación y visión.
La falta de visión es consecuencia de falta de motivación. Para cultivar y lograr como hábito la Perseverancia necesitas la motivación constante. Para obtener visión, necesitas tener una motivación; un horizonte, un ideal
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