Page 8 - Deepak Chopra - Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo.
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Introducción a la nueva edición
Hace cinco años que vio la luz la primera edición de Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo. Desde
entonces lo han leído más de dos millones de personas en el mundo entero, y continúo recibiendo
miles de cartas cada mes de lectores que afirman que el libro ha cambiado su percepción así como
su experiencia sobre el envejecimiento. Desde la aparición del libro se han producido cambios
espectaculares en el modo en que la gente pasa por el proceso de envejecimiento. En la historia de
nuestra civilización podemos encontrar muchos ejemplos de personas que han hecho sus mayores
contribuciones a la sociedad en los últimos años de su vida. Picasso, Miguel Ángel, Leonardo da
Vinci, León Tolstoi, George Bernard Shaw. Winston Churchill y muchos otros brillaron con
extraordinaria vitalidad, mostrándose dinámicos y creativos en la así llamada edad madura. Mientras
escribo esta introducción el astronauta John Glenn, de 77 años, está planeando volver al espacio
exterior, y hace sólo unas semanas vi por la televisión a una mujer que, a sus 90 años, estaba
tomando lecciones de paracaidismo. Hoy en día el segmento de la población estadounidense que
crece a mayor velocidad es de las personas que ya han cumplido los 90 años, y pronto será el de
aquellas que han llegado a los 100 años. Así pues, no necesitamos que nadie nos convenza de que
algo espectacular está ocurriendo en la biología del envejecimiento. Por otra parte, continúan las
investigaciones para demostrar que los marcadores biológicos del envejecimiento, como la presión
sanguínea, la densidad de los huesos, la regulación de la temperatura del cuerpo, la densidad y
fortaleza muscular, la capacidad de asimilación del azúcar, el nivel de las hormonas sexuales, la au-
dición, las funciones inmunológicas y la visión cercana, pueden mejorarse, aun en la última etapa de
nuestra vida. En otras palabras, los principales marcadores biológicos del envejecimiento son, todos
ellos, reversibles. Lo cual significa que el propio envejecimiento es reversible.
Estoy convencido de que si realizas los ejercicios que aparecen en este libro, conseguirás
enlentecer y aun revertir el proceso de envejecimiento.
A lo largo de los años muchas personas me han pedido que resuma los principios de este libro. Es
importante reconocer que el envejecimiento es un proceso complejo en el que intervienen muchos
factores. Sin embargo, es posible compendiar los principios básicos contenidos en las páginas que
siguen:
1. El envejecimiento es reversible. La edad biológica no se corresponde con la edad cronológica.
Puedes tener cronológicamente veinte años y hallarte emocional y físicamente acabado, con lo
que tu estado biológico será el de un anciano. Por el contrario, puedes tener setenta años y
estar física, espiritual y emocionalmente en forma, con nos niveles biológicos de resistencia,
vitalidad, creatividad, lucidez y dinamismo propios de una persona joven.
2. La acumulación de toxinas en el cuerpo acelera el proceso de envejecimiento, o entropía.
Dichas toxinas son el resultado de un medio ambiente tóxico, comidas o bebidas tóxicas o
contaminadas, relaciones tóxicas y emociones tóxicas. Al eliminar esas toxinas contribuirás a
que el tiempo de tu reloj biológico comience a marchar en la dirección de la juventud.
3. El ejercicio físico, pesas incluidas, tiene un efecto directo sobre los marcadores biológicos del
envejecimiento, revertiendo el proceso de éste.
4. Una alimentación adecuada, así como suplementos nutricionales, como antioxidantes, por
ejemplo, resultan muy útiles para enlentecer el proceso de envejecimiento.
5. La meditación retarda el envejecimiento biológico.
6. El amor es la medicina más potente y poderosa. Cura y a la vez renueva.
Muchas personas, sobre todo aquellas que no han leído el libro, siguen preguntándome qué es la
mente sin tiempo y de qué modo ésta influye sobre el reloj biológico. Cada vez estoy más convencido
de que nuestra experiencia del tiempo influye directamente sobre el funcionamiento de dicho reloj. Si
«dispones de poco tiempo», tu reloj biológico se acelera; si, por el contrario, «tienes todo el tiempo
del mundo», tu reloj biológico se ralentiza. En momentos trascendentes, cuando el tiempo permanece