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a. Construcción de las naves
Las naves pueden estar construidas con varios materiales,
idealmente para explotaciones medianas o grandes es
necesario que sea con concreto para mayor estabilidad y
resistencia, también se usan columnas de acero o bigas de metal
(bases de la construcción), el ladrillo o bloque se usa para las
paredes frontales con una altura de 2 a 2,5. m2, las paredes
laterales pueden medir de 50 cm2 a 70 cm2 de altura y el resto
de la pared puede ser de malla recubierta con una cortina la
cual puede ser recogida durante el día ayudando a la
circulación del aire para esparcir los gases y olor de los
desechos de los animales, y por las noches estas cortinas se
bajan para evitar corrientes de aire y prevenir enfermedades.
Los cobertizos son recomendable que sean de zinc, eternit,
láminas, etc. El piso debe tener una inclinación de 3% esto
ayuda a evitar la acumulación de excremento, alimento y agua
(Carabaño, 2003).
En instalaciones traspatio o pequeñas las construcciones no
deben ser muy costosas se pueden fabricar con materiales de la
finca, como maderas, troncos, palos. Los techos, cobertizos o
enramadas deberían tener medidas adecuadas para una buena
ventilación y la limpieza. El piso debe ser un poco inclinado
para lograr retirar las heces y evitar la acumulación de estas
junto a la orina (Carabaño, 2003).
La anchura recomendable de la nave es de 10 m y la longitud
depende de la cantidad de jaulas que se quiera implantar
(Carabaño, 2003).
b. Construcción de jaulas
El sistema de soporte de las jaulas pueden ser hechos por varios
materiales como madera o tubo, el sistema a base de tubos de
acero es el idóneo debido a su resistencia, estabilidad y
durabilidad, los tubos miden de 70 cm2 a 1 m2 de altura y de
1,50 a 2 m2 de largo.
Jaulas Metálicas: Las jaulas deben estar hechas con hierro
entretejido de 1,5 mm de diámetro en donde el excremento y
orinas caen a un piso de cemento fundido con desnivel de 3%