Page 161 - La introduccion de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.indb
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noche Él está en el santo lugar allá en la gloria como Intercesor, intercediendo por todas esas
almas cuyos nombres están en ese Libro. Y ninguno conoce ese Nombre, sino Él mismo. Él
tiene el Libro en la mano, y sabrá cuando haya entrado el último predestinado. Y entonces Su
tiempo de intercesión habrá cesado, y vendrá para reclamar a aquellos por los que ha estado
intercediendo. Ahora está haciendo la Obra de Redentor semejante, pero después vendrá para
recibir lo Suyo.
41. ¡Qué cosa! Esto debiera infundir temor en todo cristiano para escudriñarse y levantar
las manos a Dios, diciendo: “Límpiame, Señor, mira mi vida y muéstrame las cosas malas que
hay en mí, para así quitarlas de una vez.” Porque la Escritura dice: “Si el justo con dificultad
se salva, ¿a dónde aparecerá el infiel y el pecador?” Este es el tiempo de examen. Este es el
tiempo de investigación de juicio. Veremos eso en Las Copas, si Dios lo permite. Entonces
veremos detalladamente esta investigación de juicio un poco antes de salir los tres “¡Ayes!”
(Apocalipsis 8:13). Sabemos que esto es la verdad.
42. Estamos viviendo en un tiempo muy tremendo. Estas cosas que estamos estudiando,
son las que sucederán después que la Novia se haya ido. Estas cosas se desarrollarán durante
el período de la tribulación. Creo que ya debe estar bien establecido en el corazón de cada
creyente que la Novia no pasará por el período de la tribulación. No hay manera de colocar la
Novia en la tribulación. Ahora déjenme aclararles: Podemos colocar la iglesia, pero NO LA
NOVIA. La Novia ya se habrá ido, porque ella está sin pecado. No tiene nada en su contra. La
gracia de Dios la ha cubierto completamente y el cloro de Dios le ha quitado todos sus pecados
y los ha apartado tan lejos, que ya no queda memoria de ninguno de ellos. No hay nada, sino
pura perfección en la presencia de Dios. Eso debiera hacer que la Novia se ponga de rodillas y
clame delante del Señor.
El Sexto Sello - Págs. 341, 342
[69]. Yo siempre calculaba que esas almas debajo del altar eran de los cristianos primitivos,
los mártires; pero anoche, cuando el Señor Dios nos abrió ese Sello, vimos que fue imposible
que fueran ellos. Ellos ya estaban en la gloria. Estos, pues, son judíos. Hoy veremos el
llamamiento de los 144.000 judíos entre el Sexto y Séptimo Sello. Pero estos debajo del altar,
fueron mártires que habían sido muertos. Tenían ropas blancas y sus nombres estaban en el
Libro de la Vida del Cordero.
70. No creo que hay otro grupo en todo el mundo que ha pasado por un tiempo de tribulación
tan terrible como los judíos. En el tiempo de la última guerra mundial, fueron el blanco de
todo el mundo. En Alemania, este hombre Eichmann dio muerte a millones de judíos, gente
inocente. Y esto simplemente por ser judíos; no hubo ninguna otra razón.
73.
(…) Entonces estos fueron los mártires que fueron atribulados en el tiempo de Eichmann.
Y ellos apenas fueron un tipo de los mártires de los 144.000 que veremos entre el Sexto y el
Séptimo Sello”.
El Sexto Sello - Pág. 343
78. Ahora, Juan dice: “Y miré cuando él abrió el Sexto Sello, y he aquí fue hecho un gran
terremoto”. Toda la naturaleza fue interrumpida. Dios ha estado haciendo grandes cosas hoy,
como sanando los enfermos, abriendo los ojos de los ciegos y grandes maravillas; pero aquí
hallamos que la naturaleza sufrió un cambio.