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198 La introducción de La Segunda Venida de criSto a Su igLeSia

               ve”. Entonces Juan fue para ver, y vio un caballo amarillo; y de nuevo era el mismo jinete, pero
               ahora tiene un nombre, que es Muerte.
                   74.  Note bien que en las otras ocasiones, mientras cabalgó sobre los otros caballos, no
               tuvo ningún nombre, pero ahora es llamado Muerte. No había sido mencionado su nombre,
               pero ahora es revelado lo que es: Muerte. Podríamos predicar sobre ese punto para hacerlo
               suficientemente claro, pero cualquier cosa que es anti, o que es en contra de lo verdadero,
               eso tiene que ser muerte, porque solamente hay dos cosas: Vida y Muerte. Eso prueba que la
               revelación del Espíritu Santo en este día es exactamente la verdad cuando dijo que es anti. Él
               es muerte, porque la Palabra, como veremos más adelante, es VIDA. Pero este hombre tiene
               por nombre, Muerte.
                   75.  En los otros Sellos el nombre de este jinete no fue mencionado, pero ahora ha sido
               declarado que su nombre es Muerte. Bajo la revelación del león, el período primitivo, esto
               no fue revelado; el próximo período fue el del buey, la Edad del Oscurantismo, tampoco fue
               revelado lo que era; ni tampoco fue revelado en la edad del hombre, la edad de la sabiduría, la
               edad que representaba Lutero, Wesley y los reformadores; sino en la edad del águila, la última
               edad, la edad profética, en la cual habría de surgir una proliferación profética; y los secretos
               siempre vienen a los profetas.


               El Quinto Sello - Pág. 301
                   106.  Noten bien: En el tiempo cuando Dios iba a librar al mundo antes del diluvio, Él mandó
               un águila. Cuando decidió librar a Israel, también mandó un águila. ¿No cree usted que cuando
               Juan estaba en la Isla de Patmos, este Mensaje era tan perfecto que aun no podía ser confiado
               a un ángel? Ahora, un ángel es un mensajero, pero ¿sabía usted que aquel mensajero era un
               profeta? ¿Lo creen? Vamos a probarlo. Veamos Apocalipsis 22:9 para ver si no fue un águila. Él
               era un ángel, un mensajero, pero era un profeta, el cual reveló a Juan completamente este libro
               de Apocalipsis. Ahora veamos lo que Juan vio:
                   Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que hube oído y visto, me postré
               para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.
                   Y él (el ángel) me dijo: Mira que no lo hagas (ningún verdadero profeta recibiría adoración,
               o mensajero cualquiera): porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con
               los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.
                                                                                          Apocalipsis 22:8-9
                   107.  Ahora, el Libro era tan importante, y es la Palabra de Dios. ¡Cuidado! Cuando la Palabra
               de Dios es revelada, tiene que ser traída por el profeta, porque solamente a él llega la Palabra de
               Dios.

               El Sexto Sello - Pág. 350
                   97.  Ahora quiero que noten esto: Jesús omitió la enseñanza del Séptimo Sello. No está.
               Seguidamente Jesús comienza a enseñar en parábolas. Juan también omitió el Séptimo Sello.
               Eso sí va a ser algo grande. No hay nada escrito. Juan el Revelador únicamente dijo: “Hubo
               silencio en el cielo casi por media hora”. Pero Jesús no dijo nada.

               El Sexto Sello - Pág. 361
                   152.  Sabemos que el fuego del capítulo 19 de Apocalipsis, viene de Cristo, una espada sale
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