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EL MISTERIO DE LA BENDICIÓN DE . . .                  241

            Su Iglesia se reproduce en hijos e hijas de Dios.
               Y  ahora,  esto  es  nacer  en  el  Reino  de  Cristo:  en  el
            tiempo  final  nacería  este  primogénito  de  Cristo  en  Su
            Iglesia, el Israel celestial; o sea que obtendría el nuevo
            nacimiento, nacería en el Reino de Cristo.
               Y ese espíritu angelical teofánico que le dio a Juan la
            revelación del Apocalipsis, llamado el Ángel de Jesucristo,
            estaría en carne humana en un velo de carne manifestado,
            y  luego  estará  manifestado  en  un  cuerpo  de  carne
            glorificado, carne glorificada, que será el cuerpo nuevo que
            ha de recibir en el Día Postrero cuando sea adoptado.
               Ese es el Ángel Primogénito de Cristo, que se sentará
            con Cristo en Su Trono; por lo tanto estará con Cristo
            en Su Trono terrenal, que es el Trono de David, no en el
            Trono celestial, sino en el Trono terrenal.
               El  Trono  terrenal  de  David,  al  cual  Cristo  es  el
            Heredero, dice en Primera de Crónicas, capítulo 28, verso
            5 en adelante (5 al 6), dice (David hablando dice):
               “Y de entre todos mis hijos (porque Jehová me ha dado
            muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente
            en el trono del reino de Jehová sobre Israel”.
               El Trono del Reino de Jehová terrenal sobre Israel, o
            sea, el Trono de Dios en la Tierra en medio del pueblo
            hebreo: ese es el Trono de David, el Trono del Reino de
            Dios en la Tierra, en medio del pueblo hebreo; y desde ese
            Trono Dios gobernaría, reinaría, sobre el pueblo hebreo
            ¿cómo? A través de un hombre, a través de David, y luego
            a través del rey Salomón.
               Y para el tiempo final, la promesa es que Dios le ha
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