Page 22 - Tenías que ser tú
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Me moría por escucharla hablar, me encantaba.
Teníamos muchas peleas, la mayoría por tener miedo a perderla,
se convirtió en una de las personas más importante para mí.
Cuando veía que ella no se acordaba de mí me volvía mis
temores, mis miedos, ya no estaba ella para sacarme esa
sonrisa.
Un día ella me compró un leoncito, y me lo quiso enviar a mi
casa, pero lo que no sabía es que en mi casa no puede saber
nadie que estoy así con una chica, porque mi madre tiene que
conocerla antes, si entra un regalo así en mi casa mi madre se
extrañaría y me empezaría a decir preguntas como ¿De quién
es?, y ¿Por qué te manda eso?.... son preguntas que todavía no
sabía responder.
Entonces le negué que me enviará eso, o almenos cuando
estuviera mi madre en mi casa, por lo menos que fuera la
semana que mi madre tenía que cuidar a mi abuelo.
Y ella se sintió tonta por hacerme ese regalo, por tener ilusión
por hacerlo.. y se dió cuenta que sentía algo más por mí, que le
gustaba. Me lo dijo esa noche después de trabajar.