Page 3 - LITERATURA 1RO SECUNDARIA
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Literatura 1° Secundaria
El neoclasicismo: la respuesta del arte
El neoclasicismo es el movimiento artístico y cultural que nació en Francia en el siglo XVIII, y se extendió por
toda Europa.
Sustituyó los contrastes y caprichos del Barroco por una vuelta al orden y a la armonía. Al igual que el
Renacimiento, el neoclasicismo admira el arte clásico (el de la Antigüedad griega y romana), de allí proviene su
nombre.
Fachada del Museo del Prado (Madrid). Construcción de la época, en la que se puede observar la imitación de las formas
arquitectónicas griegas y romanas: columnas, capoteles, frontispicio con altorrelieve, etc
¿Sabías que?
Francia era gobernaba por Luis XIV, conocido como "Rey Sol", en cuyo reinado las artes y las letras francesas
alcanzan su máximo esplendor, es por ello que al siglo XVII se le conoce como "El Siglo de Oro francés".
El sentido de la literatura neoclásica
Los autores neoclásicos buscaban que la literatura fuera, sobre todo, un vehículo de enseñanza, es decir,
que sirviera para formar espiritual e intelectual mente a los hombres. Por eso eligieron temas que hacían
reflexionar sobre aspectos morales y formas de conducta. También trataron de cambiar —a través de sus
críticas— las costumbres de la gente de su época.
Para facilitar su objetivo didáctico y moralizador, los escritores debían utilizar un lenguaje claro y armonioso.
De esta manera, el lector no tendría ninguna dificultad en asimilar las enseñanzas de sus obras.
El retorno de las normas clásicas
El neoclasicismo significó un nuevo retorno a los principios que inspiraron los obras de la Antigüedad clásica:
Grecia y Roma. Así vuelven a ponerse de moda, las normas literarios que siguieron los autores grecolatinos al
escribir sus obras.
Estas normas estaban basadas en los dictados de dos autores clásicos: Aristóteles, filósofo griego, y
Horacio, poeta latino.
Dichas normas obligaban, principalmente, a lo siguiente:
Características
Mantener la separación de los géneros. Por esta razón no debían mezclarse en una misma obra lo trágico
con lo cómico, el tono elevado con el tono familiar, la prosa con el verso.
Respetar las tres unidades clásicas de acción, de tiempo y de lugar. Esta regla iba dirigida principalmente
al género teatral y establecía que la acción principal no debía distraerse con historias secundarias;
además, sólo podía durar un día y debía trascurrir en un solo lugar u escenario.
Ajustar el contenido de la obra a un carácter moral y educativo. Se propone, pues, una literatura
verosímil, racional y didáctica, que ejerza una función formativa. De este modo, la literatura se convierte
en transmisora de ideas (docente) y de pautas de conducta (moralidad).
Representantes
Corneille. El Cid, Medea, Cinna.
Racine. Andrómaca, Fedra, Ifigenia.
Moliére. El misántropo, Las mujeres sabias.
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