Page 8 - LITERATURA 1RO SECUNDARIA
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Literatura 1° Secundaria
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SEMANA
Fausto
(Fragmento)
PRIMERA PARTE:
La obra empieza con una
escena en el cielo, en la que
Dios y Mefistófeles (el diablo)
entran en una apuesta, la
cual estipula que
Mefistófeles tendrá todas las
facilidades para que el viejo
doctor Fausto se dirija al
camino del mal.
En una de las caminatas,
Fausto ve a un perro negro
que aparenta estar perdido,
y que se le va acercando
poco a poco. El doctor se
encariña con el animal y lo
lleva a casa. El perro, tras
soportar una transformación, resulta ser Mefistófeles y ambos hablan sobre los placeres de la vida humana.
Llegan a acordar un pacto: Fausto acepta dar su alma al demonio, si este es capaz de proporcionarle los más
intensos placeres de la vida humana. Ambos acuden a una bruja, quien le da a Fausto una pócima para la
juventud. Allí, Fausto ve en un espejo la imagen de Margarita, de la cual queda enamorado y exige a
Mefistófeles, como parte del trato, que le permita conocerla y conquistarla. Para ello, Mefistófeles deja en el
ropero de la muchacha costosas joyas. Margarita, sorprendida, se lo cuenta a su amiga Marta, la cual le
recomienda que no se lo diga a su madre, ya que regalaría las alhajas a la iglesia. En ese momento llega
Mefistófeles, que consigue un encuentro clandestino entre él, Margarita, Fausto y Marta. Allí, Fausto
declara su amor a Margarita.
La historia tiene un punto álgido cuando Fausto y Mefistófeles tienen una riña con Valentín, hermano de
Margarita, y le dan muerte. Ellos huyen, pero Valentín, mientras agonizaba, maldice a su hermana.
Margarita ha sufrido crueles calamidades y es llevada a prisión, hasta allí llega Fausto para rescatarla, pero
ella se niega porque no desea vivir como una eterna fugitiva y siente que tiene que pagar sus culpas. Se van
así, Fausto y Mefistófeles y dejan a Margarita a su suerte.
SEGUNDA PARTE:
La segunda parte se desarrolla en un ambiente medieval, lleno de elementos fantásticos y mitológicos.
Fausto y Mefistófeles engañan a un torpe y joven emperador haciéndose pasar por brujo y bufón,
respectivamente. El emperador los acepta porque ambos le demuestran eficaces soluciones a los problemas
del imperio.
También le exige a Fausto que le trajera a Helena, belleza entre bellezas, y a Paris, mitológico héroe. Esto
supuso muchos esfuerzos por parte de Fausto, pero con la ayuda de Mefistófeles lo logró.
En el siguiente acto aparece Helena en frente del palacio de Menelao, su padre. Pero es recibida por Fórcida,
y esta le comunica que de entrar a palacio será ejecutada por su padre, y que su única salvación es huir. Se
va entonces Helena, y llega al palacio de Fausto en donde es recibida con lujo.
La escena se traslada a los bosques. Allí llega Fórcida al palacio de Fausto y le comunica que Menelao está,
próximo, tocando los tambores de guerra. Tras extraños sucesos, desaparece Helena, y Fausto es elevado a
la región etérea por el vestido de su amada.
El emperador cede a Fausto un extenso feudo en las costas del imperio, pero el arzobispo le advierte que se
está negociando con el mismo Diablo, y le pide que le otorgue todos los impuestos de dicho feudo a la iglesia.
Fausto realiza su sueño (ganarle terreno al mar) en su feudo, y así completa su felicidad. Al comentárselo a
Mefistófeles, Fausto muere, pero antes se arrepiente. Mefistófeles es sorprendido por los ángeles, y se le
escapa el alma de Fausto, quedando así, inconcluso, el pacto firmado entre ambos.
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