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Literatura                                                                        5° San Marcos

          JOSÉ MARÍA EGUREN (1874-1942)                                                                 rcos
                         A  pesar  de  su  voluntario  apartamiento  de  la  vida  pública,  gozó  de  la  admiración  y  afecto  de
                         hombres  de  la  talla  de  Manuel  González  Prada,  Abraham  Valdelomar  y  José  Carlos  Mariátegui,
                         entre otros. Ellos lo instaron a publicar sus poemas, considerados como la muestra más honda y
                         depurada de la estética simbolista en lengua española. Pese a pertenecer cronológicamente a la
                         generación modernista de José Santos Chocano, la aparición del poemario Simbólicas (1911) de
                         Eguren es tomada como un hito en la superación del modernismo, ya que actúa como la fundación
                         de  la  poesía  contemporánea  del  Perú,  instaurando  una  tradición  todavía  viva  y  vigente  en  la
                         actualidad.
          A  este  primer  libro  le  siguieron  La canción de las figuras  (1916)  y  otras  dos  colecciones  de  poemas,  Sombra  y
          Rondinelas, que fueron publicadas por vez primera en Poesías (1929). La obra poética de José María Eguren refleja
          su búsqueda de trascendencia y su nostalgia de mundos perdidos o extraños. El poeta enriqueció el lenguaje con
          regionalismos, arcaísmos, neologismos y palabras inventadas; en sus últimas poesías se inscribió en el mundo de
          las vanguardias europeas en lo referente al uso de la metáfora y la imaginería del sueño.
          Hacia 1930, Eguren empezó a escribir breves piezas en prosa, los llamados Motivos estéticos, de intención poética
          y filosófica;  estos «motivos», aparecidos en diversas  revistas durante la década de los treinta, fueron recogidos
          póstumamente en un volumen, en 1959.
          Artista versátil, José María Eguren también se dedicó a la pintura y la fotografía. Sus acuarelas revelan la influencia
          de  los  impresionistas  franceses  y  los  prerrafaelitas  ingleses.  Aunque  no  se  dedicó  a  la  música,  ésta  fue  muy
          importante como referente cultural. Siguiendo la estela de los simbolistas franceses, escribió que «la música es la
          más  metafísica,  la  menos  pesada,  de  las  artes».  En  su  obra  aparecen  timbales,  violines,  pianos,  acordeones,
          flautas, tambores; algunos de sus poemas se titularon Lied, en referencia a las piezas de Robert Schumann, y sus
          compositores preferidos (Beethoven o Mendelssohn) también aparecen en sus estrofas.
          Obras:  Simbólicas  (1911),  La  canción  de  las  figuras  (1916),  Sombras  (1919)  y  Rondinelas  (1919).  Sus  prosas
          están reunidas en Motivos estéticos (40 artículos publicados entre 1930 y 1931).
          Características de su poesía:
          Eguren es el iniciador del ciclo de los fundadores de la tradición poética peruana. Dicho ciclo comienza en 1911 con
                                                                                                         )
          la publicación de Simbólicas, abarca la obra de los poetas vanguardistas peruanos (César Vallejo de  Trilce y llega
          hasta la generación poética de los años cincuenta. Eguren es un poeta simbolista porque pone de relieve la idea de
          la orquestación musical del poema. En efecto, el poema es para Eguren pura música y puro color. Asimismo, Eguren
          -en contraposición al modernista Chocano- plantea la idea de la poesía como sugerencia. El poema no debe mostrar
          explícitamente, sino sugerir de manera sesgada una cosmovisión. Veamos el poema «Los reyes rojos»:

          LOS REYES ROJOS
          Desde la aurora
          combaten dos reyes rojos,
          con lanza de oro.

          Por verde bosque
          y en los purpurinos cerros
          vibra su ceño.

          Falcones reyes
          batallan en lejanías
          de oro azulinas.

          Por la luz cadmio
          airadas se ven pequeñas
          sus formas negras.

          Viene la noche
          y firmes combaten foscos
          los reyes rojos.            (En Simbólicas)

          En  este  poema  observamos  el  tema  de  la  lucha  como  esencia  de  la  vida  humana;  asimismo,  la  presencia  del
          transcurrir del tiempo cíclico: desde la aurora hasta la noche, marca la eternidad de la lucha. Pero no sólo eso. El
          poema está pensado musicalmente. El ritmo es perfecto; las palabras, pues, se asocian rítmicamente, acordes con
          la idea de que el poema es una partitura musical. El poeta no quiere reflejar directamente la realidad exterior; por el
          contrario, busca sugerir una atmósfera de misterio, una recóndita vivencia. Eguren no es un poeta infantil, como
          han creído algunos Críticos. Quiere recobrar el mundo del juego y del ensueño.
          Leamos el poema «El Duque», también de su poemario Simbólicas (1911), representativo de la obra lírica de Eguren:

          EL DUQUE
          Hoy se casa el Duque Nuez;
          viene el chantre, viene el juez
          y con pendones escarlata
          florida cabalgata;
          a la una, a las dos, a las diez;
          que se casa el Duque primor
          con la hija de Clavo de Olor.

            Compendio                                                                                       -55-
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