Page 18 - UNI III LITERATURA SEC 3
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Literatura                                                                            5° UNI


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            Semana


          En los años 30, la vanguardia peruana muestra un desarrollo curioso. Por un lado, tuvo en José Carlos Mariátegui y
          su  revista  Amauta  un  influyente  aliado,  lo  que  quizá  puede  sorprender  dada  su  firme  adhesión  a  la  ideología
          marxista;  pese  a  su  campaña  en  favor  del  indigenismo  y  otras  estéticas  comprometidas  con  las  cuestiones
          sociales, Mariátegui fue un crítico de espíritu alerta y abierto, capaz de reconocer los méritos de obras que caían
          fuera  de  esos  moldes,  como  la  obra  poética  de  José  María  Eguren  (1874-1942)  quien,  sin  ser  propiamente  un
          miembro de la vanguardia, se asoma a ella o la anuncia. La voz peruana más estridente y notoria en ese campo,
          venía desde Buenos Aires: la de Alberto Hidalgo (1897-1967), poeta que cultivaba el "simplismo " (una fusión del
          futurismo y el creacionismo) y se codeaba con Borges y otras figuras mayores de la época. Sin embargo, los ecos
          de su actividad y su obra -frecuentemente escandalosas- llegaron atenuados a su país. Más importante todavía es
          señalar que la otra gran manifestación vanguardista, Trilce (1922) de Vallejo, también pasó desapercibida, y apenas
          si fue conocida basta su reedición en España (Madrid, 1930), con el famoso prólogo de José Bergamín, cuando el
          poeta ya había abjurado de sus afinidades con la vanguardia anteriores a su definitivo viaje a Europa. Estos autores
          y  obras  no  fueron  los  únicos,  porque,  desde  Lima  y  a  veces  desde  las  provincias,  algunos  creadores,  revistas  y
          grupos  mantuvieron  vivo  el  espíritu  vanguardista  y  alcanzaron  obras  de  excepcional  calidad  que  no  son  bien
          conocidas fuera del Perú.
          Aun cuando el Vanguardismo peruano lucha por desvincularse de las influencias del pasado y estructurar un nuevo y
          propio lenguaje poético, es inevitable el desapego de las influencias de lo que le rodea. En el medio cultural local, hay
          rechazo hacia estas nuevas formas estilísticas y los críticos y representantes de los movimientos culturales les
          tienen vuelta la espalda. Es por eso que no es de extrañar que muchos de estos poetas, o bien se recluyeran en
          sus propios universos (es sabido que Eguren nunca salió más allá de Barranco), o buscaran otras latitudes para
          desarrollarse (César Vallejo se fue a París).
          El poeta vanguardista es inconforme, ya que el pasado no le sirve, tiene que buscar un arte que responda a esta
          novedad interna que el hombre está viviendo, apoyándose en la novedad original que lleva dentro.
          La  influencia  de  las  nuevas  ideas  del  vanguardismo  europeo  y  los  cambios  socio  económicos  que  experimenta  la
          sociedad de la época hacen que los poetas y literatos inicien una renovación. El puneño Carlos Oquendo de Amat en
          su obra 5 metros de poemas, plasma los principios de la escritura vanguardista. Están también Cesar Vallejo con
          Trilce,  Alberto  Hidalgo,  Juan  Parra  del  Riego,  etc.  Un  grupo  de  autores  enriquecidos  con  las  experiencias
          vanguardistas europeas, dieron a conocer sus obras a través de la revista “Amauta”. Ellos son César More, Xavier
          Abril, Emilio Adolfo Westphalen, Rafael Benavides de la Fuente (Martín Adán) y muchos más.

          REPRESENTANTES DEL VANGUARDISMO PERUANO
          Si bien la revolución planteada por Trilce (1922) de César Vallejo fue no solo el inicio, sino también el núcleo de la
          vanguardia  peruana,  existieron,  además  del  poeta  norteño,  singulares  aportes  que  renovaron  definitivamente
          nuestra poesía. Entre los más característicos está Alberto Hidalgo, poeta arequipeño, creador de su propio estilo
          literario: "el simplismo" y que empleo con gran acierto los caligramas en su poesía. Aparece también, aunque con el
          mismo  sino  trágico  de  Vallejo,  un  libro  maravilloso  y  de  una  hermosura  difícilmente  superable;  Cinco  metros  de
          poemas (1927) está lejos del nihilismo que Vallejo muestra en  Trilce pues ahonda en los problemas propios de la
          modernidad que dejan al individuo común marginado, totalmente huérfano en un mundo que no comprende; aunque
          las coincidencias con Vallejo son variadas, desde el dolor por la madre perdida hasta la soledad, el tedio de la vida
          común y el amor melancólico. Por último, en 1928 aparece un libro hermoso, tierno y desconcertante; La casa de
          cartón de Martín Adán es un relato adolescente que nos recuerda a la novela pero con la resonancia inconfundible
          de la poesía.

          CÉSAR VALLEJO

          LA OBRA VALLEJANA
          Lírica
          Es  comúnmente  aceptado  que  la  lírica  es  en  donde  Vallejo  alcanza  su  verdadera
          expresión y sus más altas cotas.
          Consta de tres etapas:
          1.  Etapa de Influencia Postmodernista.
          2.  Etapa Vanguardista.
          3.  Etapa de la Poesía Revolucionaria.

          ETAPA DE INFLUENCIA POSTMODERNISTA
            Comprende el libro de poemas Los heraldos negros (Lima, 1919). Según Mariátegui "en estos versos principia la
            poesía peruana, en el sentido indigenista". Constituye el comienzo de la búsqueda de una diferenciación expresiva
            en el plano poético.
            Efectivamente nos habla de lo vernáculo y lo nativo. Allí están las profundas vivencias de los sucesos cotidianos,
            la  vida  familiar  y  aldeana,  el  paisaje  tierno  y  eglógico,  pero  expresados  todavía  con  el  gusto  modernista  y  las
            formas métricas y estróficas de la poesía clásica.
            También encontramos temas más elevados como la protesta contra el Destino del Hombre, la muerte, el dolor,
            la conciencia de orfandad, el absurdo, todos ellos tratados por el poeta con un acento muy personal.

            Compendio                                                                                       -49-
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