Page 28 - Historias de los jueves
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Sus alumnos esperan siempre anhelantes su regreso, ya sabes que todos le aprecian y respetan en el Instituto. Además, siempre trae nuevas ideas para los trabajos de su clase de Arte. No olvides que el año pasado ganaron un premio en México, el primero, con su último trabajo. ¿No crees abuela que sea importante para él cumplir su sueño?
—Tienes razón Juan, perdona, no lo había considerado así.
—Sí, abuela, yo también tengo un sueño: ser un buen Médico de Familia y ser tan querido y respetado como mi padre.
Marga sonríe feliz al escuchar a su hijo. Sabe que lo conseguirá, mas no sin esfuerzo.
—Y tú Ane ¿por qué estás tan desilusionada últimamente? No lo entiendo, has acabado Arquitectura siendo la primera de tu promoción. Todos han admirado tus trabajos y proyectos y el tutor del doctorado está que flipa con tu tesis. ¿Qué más quieres? Tu padre se marchó muy preocupado, nos preguntamos si hicimos bien al animarte, ya que siempre obtenías tan excelentes notas. Lo sentimos si ha sido así.
La abuela y Juan se miran expectantes. Ane se levanta, se sienta junto a su madre y la abraza envuelta en llanto. No quiere herirla ni reprocharles todos estos años.
—Lo siento mamá, todos estos años he trabajado duro, noches enteras sin dormir mientras mis amigas se divertían y algunas, con menos esfuerzo, conseguían un trabajo bien remunerado. ¡Si a mí lo que me gusta es la enseñanza, como a vosotros! La lista de espera es larga para dar clases, ya lo sabes. ¿Cuánto tiempo tendré que esperar?
[Nieves Echeverría — 28]