Page 27 - Historias de los jueves
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acostemos, mañana será una dura etapa: la última para acabar EI CAMINO.
—Sí, será mejor acostarnos. Para mí también ha sido muy agradable encontrarte; hasta mañana y mucha suerte en tu merecido retiro.
De camino a su litera, suena el teléfono de Javier...
En el hogar de Javier, Marga ya ha preparado la cena. Sus hijos, Ane y Juan, acaban de llegar y charlan con la abuela mientras preparan la mesa. Ane mira a su madre con cariño, sabe que añora la presencia de Javier y que está deseando estar de nuevo todos juntos. Ella anhela formar un hogar como éste.
Marga sonríe al ver bromear a su hijo con la abuela, luego observa a su hija, hace días que la ve desilusionada. Tiene que hablar con ella.
—¿Me ayudáis a llevar la cena a la mesa? —pregunta Marga. La anciana se incorpora de su butaca—. Tú no mamá. ¡Seguro que la cena os gustará a todos! —exclama.
En torno a la mesa los platos pasan con rapidez de mano en mano.
—¡Todo está delicioso, mamá! —la felicitan a coro.
—Gracias chicos, sabía que os gustaría. A esta hora Javier ya estará en el albergue.
—Sí, total ¿para qué? —contesta enfurruñada la abuela.
—Nunca entendiste el sueño de papá —afirma Juan mientras acaricia la mano de su abuela—. Pronto se jubilará y quiere cumplir su sueño antes de que acaben sus fuerzas.
[Nieves Echeverría — 27]