Page 5 - POR EL ATLAS
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insólita. En lo más alto solo existía el viento
y la montaña, estriada de terracota y ocre.
Pensando en ese viaje por el Atlas, recordé
unos poemas que había escrito allí, las más
de las veces entre saltos del coche, viendo el
mundo a través de una ventanilla bastante
polvorienta que dejaba pasar algo del mundo
exterior a la vez que reflejaba mi propia
conciencia desde dentro. Son muy pocos y
ahora los expongo porque mi amiga Alicia se
ofreció a ilustrarlos, para practicar la
acuarela, me dijo. Alicia se ha ganado siempre
la vida con la sociología, pero tiene alma y
manos de artista. Las pequeñas acuarelas
que nos trae aquí contienen ese punto
indefinible que las lleva más allá de la mera
ilustración y añade otra dimensión poética
que amplía lo escrito.
El viaje al Atlas lo hice con Constanza y unos
amigos muy queridos: Paolo y Stefania, que
venían de Roma, y Claude y Yolande, que
llegaron de París. A todos ellos va dedicado
este opúsculo.
Juan Antonio