Page 567 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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          a recoger hierbas, y halló una como parra montés, y de ella
          llenó su falda de calabazas silvestres; y volvió, y las cortó en la
          olla del potaje, pues no sabía lo que era. Después sirvió para 40
          que comieran los hombres; pero sucedió que comiendo ellos de
          aquel guisado, gritaron diciendo: ¡Varón de Dios, hay muerte
          en esa olla! Y no lo pudieron comer. Él entonces dijo: Traed 41
          harina. Y la esparció en la olla, y dijo: Da de comer a la gente.
          Y no hubo más mal en la olla. Vino entonces un hombre de 42
          Baal-salisa, el cual trajo al varón de Dios panes de primicias,
          veinte panes de cebada, y trigo nuevo en su espiga. Y él di-
          jo: Da a la gente para que coma. Y respondió su sirviente: 43
          ¿Cómo pondré esto delante de cien hombres? Pero él volvió a
          decir: Da a la gente para que coma, porque así ha dicho Jeho-

          vá: Comerán, y sobrará. Entonces lo puso delante de ellos, y 44
          comieron, y les sobró, conforme a la palabra de Jehová.
            Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón 5
          grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque
          por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este
          hombre valeroso en extremo, pero leproso. Y de Siria habían 2
          salido bandas armadas, y habían llevado cautiva de la tierra de
          Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer de Naamán.
          Ésta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está 3
          en Samaria, él lo sanaría de su lepra. Entrando Naamán a su 4
          señor, le relató diciendo: Así y así ha dicho una muchacha que
          es de la tierra de Israel. Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo 5
          enviaré cartas al rey de Israel. Salió, pues, él, llevando consigo
          diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas
          de vestidos. Tomó también cartas para el rey de Israel, que 6
          decían así: Cuando lleguen a ti estas cartas, sabe por ellas que
          yo envío a ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra.
          Luego que el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, 7
          y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe
          a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y
          ved cómo busca ocasión contra mí. Cuando Eliseo el varón de 8
          Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió
          a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora
          a mí, y sabrá que hay profeta en Israel. Y vino Naamán con 9
          sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa
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