Page 835 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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831                        Salmos                    49. 20–51. 1

          nunca más verá la luz. El hombre que está en honra y no 20
          entiende, Semejante es a las bestias que perecen.
            Salmo de Asaf.                                                50
          El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra,
          Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. De Sion, per- 2
          fección de hermosura, Dios ha resplandecido. Vendrá nuestro 3
          Dios, y no callará; Fuego consumirá delante de él, Y tempestad
          poderosa le rodeará. Convocará a los cielos de arriba, Y a la 4
          tierra, para juzgar a su pueblo. Juntadme mis santos, Los que 5
          hicieron conmigo pacto con sacrificio. Y los cielos declararán 6
          su justicia, Porque Dios es el juez. Selah Oye, pueblo mío, y 7
          hablaré; Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el
          Dios tuyo. No te reprenderé por tus sacrificios, Ni por tus ho- 8
          locaustos, que están continuamente delante de mí. No tomaré 9
          de tu casa becerros, Ni machos cabríos de tus apriscos. Por- 10
          que mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales
          en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, Y to- 11
          do lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviese 12
          hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su ple-
          nitud. ¿He de comer yo carne de toros, O de beber sangre de 13
          machos cabríos? Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos 14
          al Altísimo; E invócame en el día de la angustia; Te libraré, 15
          y tú me honrarás. Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que 16
          hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? Pues 17
          tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras.
          Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu 18
          parte. Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía enga- 19
          ño. Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; Contra 20
          el hijo de tu madre ponías infamia. Estas cosas hiciste, y yo 21
          he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te
          reprenderé, y las pondré delante de tus ojos. Entended ahora 22
          esto, los que os olvidáis de Dios, No sea que os despedace, y no

          haya quien os libre. El que sacrifica alabanza me honrará; Y 23
          al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.
            Al músico principal. Salmo de David, cuando des- 51
          pués que se llegó a Betsabé, vino a él Natán el
          profeta.
          Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Con-
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