Page 838 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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55. 4–56. 3                 Salmos                         834
            4 persiguen. Mi corazón está dolorido dentro de mí, Y terro-
            5 res de muerte sobre mí han caído. Temor y temblor vinieron
            6 sobre mí, Y terror me ha cubierto. Y dije: ¡Quién me diese
            7 alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Ciertamente
            8 huiría lejos; Moraría en el desierto. Selah Me apresuraría a
            9 escapar Del viento borrascoso, de la tempestad. Destrúyelos,
              oh Señor; confunde la lengua de ellos; Porque he visto violen-
           10 cia y rencilla en la ciudad. Día y noche la rodean sobre sus
           11 muros, E iniquidad y trabajo hay en medio de ella. Maldad
              hay en medio de ella, Y el fraude y el engaño no se apartan de
           12 sus plazas. Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría
              soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque
           13 me hubiera ocultado de él; Sino tú, hombre, al parecer íntimo
           14 mío, Mi guía, y mi familiar; Que juntos comunicábamos dul-
              cemente los secretos, Y andábamos en amistad en la casa de
           15 Dios. Que la muerte les sorprenda; Desciendan vivos al Seol,
           16 Porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos. En
           17 cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará. Tarde y
           18 mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz. El
              redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, Aunque con-
           19 tra mí haya muchos. Dios oirá, y los quebrantará luego, El
              que permanece desde la antigüedad; Por cuanto no cambian,
           20 Ni temen a Dios. Selah Extendió el inicuo sus manos contra
           21 los que estaban en paz con él; Violó su pacto. Los dichos de
              su boca son más blandos que mantequilla, Pero guerra hay en
              su corazón; Suaviza sus palabras más que el aceite, Mas ellas
           22 son espadas desnudas. Echa sobre Jehová tu carga, y él te
           23 sustentará; No dejará para siempre caído al justo. Mas tú,
              oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición. Los
              hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de
              sus días; Pero yo en ti confiaré.
          56     Al músico principal; sobre La paloma silenciosa
              en paraje muy distante. Mictam de David, cuando
              los filisteos le prendieron en Gat.
              Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hom-
            2 bre; Me oprime combatiéndome cada día. Todo el día mis
              enemigos me pisotean; Porque muchos son los que pelean con-
            3 tra mí con soberbia. En el día que temo, Yo en ti confío.
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