Page 852 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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74. 20–76. 10               Salmos                         848
              de tu tórtola, Y no olvides para siempre la congregación de
           20 tus afligidos. Mira al pacto, Porque los lugares tenebrosos de
           21 la tierra están llenos de habitaciones de violencia. No vuelva
              avergonzado el abatido; El afligido y el menesteroso alabarán
           22 tu nombre. Levántate, oh Dios, aboga tu causa; Acuérdate de
           23 cómo el insensato te injuria cada día. No olvides las voces de
              tus enemigos; El alboroto de los que se levantan contra ti sube
              continuamente.
          75     Al músico principal; sobre No destruyas. Salmo
              de Asaf. Cántico.
              Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos, Pues cercano es-
            2 tá tu nombre; Los hombres cuentan tus maravillas. Al tiempo
            3 que señalaré Yo juzgaré rectamente. Se arruinaban la tierra
            4 y sus moradores; Yo sostengo sus columnas. Selah Dije a los
              insensatos: No os infatuéis; Y a los impíos: No os enorgullez-
            5 cáis; No hagáis alarde de vuestro poder; No habléis con cerviz
            6 erguida. Porque ni de oriente ni de occidente, Ni del desierto
            7 viene el enaltecimiento. Mas Dios es el juez; A éste humilla,
            8 y a aquél enaltece. Porque el cáliz está en la mano de Jeho-
              vá, y el vino está fermentado, Lleno de mistura; y él derrama
              del mismo; Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los
            9 impíos de la tierra. Pero yo siempre anunciaré Y cantaré ala-
           10 banzas al Dios de Jacob. Quebrantaré todo el poderío de los
              pecadores, Pero el poder del justo será exaltado.
          76     Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de Asaf.
              Cántico.
            2 Dios es conocido en Judá; En Israel es grande su nombre. En
            3 Salem está su tabernáculo, Y su habitación en Sion. Allí que-
              bró las saetas del arco, El escudo, la espada y las armas de
            4 guerra. Selah Glorioso eres tú, poderoso más que los montes
            5 de caza. Los fuertes de corazón fueron despojados, durmie-
              ron su sueño; No hizo uso de sus manos ninguno de los varones
            6 fuertes. A tu reprensión, oh Dios de Jacob, El carro y el caba-
            7 llo fueron entorpecidos. Tú, temible eres tú; ¿Y quién podrá
            8 estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira? Desde los
              cielos hiciste oír juicio; La tierra tuvo temor y quedó suspensa
            9 Cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar, Para salvar a todos
           10 los mansos de la tierra. Selah Ciertamente la ira del hombre
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