Page 850 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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72. 16–73. 22 Salmos 846
Y se orará por él continuamente; Todo el día se le bendecirá.
16 Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres
de los montes; Su fruto hará ruido como el Líbano, Y los de la
17 ciudad florecerán como la hierba de la tierra. Será su nombre
para siempre, Se perpetuará su nombre mientras dure el sol.
Benditas serán en él todas las naciones; Lo llamarán bienaven-
18 turado. Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, El único que
19 hace maravillas. Bendito su nombre glorioso para siempre,
20 Y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén. Aquí
terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.
73 Salmo de Asaf.
Ciertamente es bueno Dios para con Israel, Para con los lim-
2 pios de corazón. En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies;
3 Por poco resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los
4 arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos. Porque no
5 tienen congojas por su muerte, Pues su vigor está entero. No
pasan trabajos como los otros mortales, Ni son azotados co-
6 mo los demás hombres. Por tanto, la soberbia los corona; Se
7 cubren de vestido de violencia. Los ojos se les saltan de gor-
8 dura; Logran con creces los antojos del corazón. Se mofan y
hablan con maldad de hacer violencia; Hablan con altanería.
9 Ponen su boca contra el cielo, Y su lengua pasea la tierra.
10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí, Y aguas en abun-
11 dancia serán extraídas para ellos. Y dicen: ¿Cómo sabe Dios?
12 ¿Y hay conocimiento en el Altísimo? He aquí estos impíos,
13 Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas. Verdadera-
mente en vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos
14 en inocencia; Pues he sido azotado todo el día, Y castigado
15 todas las mañanas. Si dijera yo: Hablaré como ellos, He aquí,
16 a la generación de tus hijos engañaría. Cuando pensé para
17 saber esto, Fue duro trabajo para mí, Hasta que entrando en
18 el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos. Ciertamente
los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los harás caer.
19 ¡Cómo han sido asolados de repente! Perecieron, se consumie-
20 ron de terrores. Como sueño del que despierta, Así, Señor,
21 cuando despertares, menospreciarás su apariencia. Se llenó
22 de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas. Tan
torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia delante