Page 845 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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841                        Salmos                    67. 3–68. 18
          cido en la tierra tu camino, En todas las naciones tu salvación.
          Te alaben los pueblos, oh Dios; Todos los pueblos te alaben. 3
          Alégrense y gócense las naciones, Porque juzgarás los pueblos 4
          con equidad, Y pastorearás las naciones en la tierra. Selah
          Te alaben los pueblos, oh Dios; Todos los pueblos te alaben. 5
          La tierra dará su fruto; Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro. 6
          Bendíganos Dios, Y témanlo todos los términos de la tierra.     7
            Al músico principal. Salmo de David. Cántico.                 68
          Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, Y huyan de su
          presencia los que le aborrecen. Como es lanzado el humo, los 2
          lanzarás; Como se derrite la cera delante del fuego, Así pere-
          cerán los impíos delante de Dios. Mas los justos se alegrarán; 3
          se gozarán delante de Dios, Y saltarán de alegría. Cantad 4
          a Dios, cantad salmos a su nombre; Exaltad al que cabalga
          sobre los cielos. JAH es su nombre; alegraos delante de él.
          Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su san- 5
          ta morada. Dios hace habitar en familia a los desamparados; 6
          Saca a los cautivos a prosperidad; Mas los rebeldes habitan
          en tierra seca. Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pue- 7
          blo, Cuando anduviste por el desierto, Selah La tierra tembló; 8
          También destilaron los cielos ante la presencia de Dios; Aquel
          Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel. Abundante 9
          lluvia esparciste, oh Dios; A tu heredad exhausta tú la rea-
          nimaste. Los que son de tu grey han morado en ella; Por tu 10
          bondad, oh Dios, has provisto al pobre. El Señor daba pala- 11
          bra; Había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas.
          Huyeron, huyeron reyes de ejércitos, Y las que se quedaban en 12
          casa repartían los despojos. Bien que fuisteis echados entre 13
          los tiestos, Seréis como alas de paloma cubiertas de plata, Y
          sus plumas con amarillez de oro. Cuando esparció el Omni- 14
          potente los reyes allí, Fue como si hubiese nevado en el monte
          Salmón. Monte de Dios es el monte de Basán; Monte alto 15
          el de Basán. ¿Por qué observáis, oh montes altos, Al monte 16
          que deseó Dios para su morada? Ciertamente Jehová habitará
          en él para siempre. Los carros de Dios se cuentan por vein- 17
          tenas de millares de millares; El Señor viene del Sinaí a su
          santuario. Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, Tomas- 18
          te dones para los hombres, Y también para los rebeldes, para
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