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también es importante saber que tenemos una gran responsabilidad, sabiendo que los factores
de riesgo ahora, en tiempo de pandemia pueden ser diferentes y debemos identificarlos para
poder minimizarlos o eliminarlos.
Durante estos casi ocho meses de confinamiento, en nuestra entidad se ha fortalecido el tema
de los valores: honestidad, respeto, justicia, compromiso y diligencia; desde lo lejos hemos
logrado avanzar con las labores diarias para poder dar cumplimiento a las diferentes funciones
dentro de cada uno de los cargos, no por esta razón, la de estar desde lo lejos, podemos asumir
que todo está bien, que nuestros pares se encuentran en un estado de bienestar, por esta razón
los invito a que se puedan comunicar con compañeros de diferentes dependencias con el fin de
que conozcan lo que en realidad puede estar sucediendo, sea positivo o de cierta manera esté
influyendo de una forma negativa.
Por otra parte no debemos descuidar cada una de las situaciones que se pueden presentar
dentro de las diferentes situaciones de tipo administrativo en nuestra Entidad, esta desconexión
entre las diferentes áreas no permite evidenciar situaciones que nos afectan de manera personal
o pueden estar afectando a la misma superintendencia.

Todos tenemos un gran compromiso, aunque no manejamos dineros públicos de forma directa
somos los primeros veedores del uso de los recursos públicos y del cumplimiento estricto de las
leyes, los invito a que nos permitamos cumplir a cabalidad con nuestros deberes como
funcionarios públicos, palabras más palabas menos, entre los cuales encontramos lo siguiente:

Abstenernos de omitir información que vaya en deterioro del erario.
Somos responsables por acción y por omisión.

Atendemos las disposiciones de nuestros superiores jerárquicos, siempre y cuando no
estén en contra de la constitución y la normativa vigente.
Vigilar y salvaguardar los bienes y su adecuado uso.

Denunciar los delitos, contravenciones y faltas disciplinarias de los cuales tuviere
conocimiento, salvo las excepciones de ley.

Poner en conocimiento del superior los hechos que puedan perjudicar el funcionamiento
de la administración y proponer las iniciativas que estime útiles para el mejoramiento del
servicio.
Pero también tenemos deberes como ciudadanos y no debemos olvidarlos ya que de cada uno
de nosotros depende el buen funcionamiento de las entidades públicas, todo esto en un contexto
donde nos identifiquemos con nuestro “que hacer” y “deber ser”.

Ahora bien, y por otra parte, no debemos dejar a un lado nuestros derechos como trabajadores,
y es importante poder delimitar nuestro tiempo familiar del tiempo destinado para las labores
diarias, si bien es cierto tenemos unos objetivos o entregables, estos deben estar acorde con el
horario laboral, horario que no debe interferir con nuestro tiempo de descanso, independiente de
como lo conciba cada uno de nosotros, al fin y al cabo es nuestro tiempo. (los invito a leer la
circular 0064 del 7 de octubre de 2020, emitida por el Ministerio de Trabajo).